La directora de Cáritas Interparroquial de Tomelloso, Teresa Requena, ha presentado esta mañana, junto con la concejala del área de Servicios Sociales, Isi Serna y el delegado de Cáritas en la localidad, el sacerdote Antonio López, los datos de la campaña de temporeros de este año. Campaña en la que participa el Ayuntamiento, a través de un convenio de colaboración con Cáritas.
Según ha explicado la concejala, desde Servicios Sociales se ha trabajado en labores de supervisión y documentación de las personas atendidas en el albergue, que cuenta con cincuenta plazas. Serna ha destacado también la “labor impagable de los voluntarios”. Sin ellos, ha recalcado, “este proyecto sería muy difícil de llevar a cabo”. La responsable municipal ha lamentado que haya habido gente que “no ha mostrado el respeto suficiente por el servicio que se le ofrecía”, situación que, según ha dicho, no se había dado en campañas anteriores.
La concejala ha mostrado la disposición del ayuntamiento a seguir colaborando con Cáritas para que el servicio de albergue se siga prestando como hasta ahora.
Según los datos que ha aportado la directora de Cáritas, en esta última campaña de temporeros se ha atendido a un total de 172 personas (solo seis de nacionalidad española) de las que 169 son hombres y tres, mujeres. Las edades han variado entre los 20 y 65 años. En cuanto a las nacionalidades de las personas atendidas, este año, como ya ocurrió el pasado, se ha registrado, según ha apuntado Requena, un importante incremento de marroquíes, 124 personas de esta nacionalidad han sido atendidas en total (una de ellas mujer).Y por primera vez se ha atendido también a un grupo de 15 senegaleses de entre 19 y 22 años. El resto de personas procedían de países como Camerún, Argelia, Gambia, Mali o Ecuador.
Especialmente llamativo ha sido en esta campaña el dato de personas con nacionalidad rumana, han sido atendidos solamente 7, lo que supone una importante disminución en comparación con los primeros años de funcionamiento del albergue en los que la mayor parte de los temporeros atendidos eran de Rumanía
Requena ha destacado también la llegada de 39 personas en situación irregular, sin papeles. En el albergue han colaborado cuarenta voluntarios y durante quince días se incorporaron también siete jóvenes de la Pastoral de Juventud, “para los que ha sido una experiencia muy buena” y que aportaron mucho al resto de voluntarios de más edad.
La directora de Cáritas ha subrayado así mismo, entre otros datos, que se han realizado 312 acciones de formación y orientación, se han entregado 142 prendas de ropa y calzado y 36 mantas, se han servido 1.290 comidas y 1.634 desayunos y se han dado 750 servicios de duchas, 630 del 15 de septiembre al 15 de octubre. Además 48 personas pasaron por orientación laboral y 11 por el servicio de intermediación y 11 también fueron contratados con condiciones seguras.
Según ha apuntado Requena este año se empezó a detectar la llegada de personas meses antes de la campaña de vendimia, a partir de mayo, para participar en otras tareas agrícolas como la recogida de ajo, pimiento o cebolla. Desde ese momento y hasta que el albergue abrió en el mes de agosto, desde Cáritas, pusieron en marcha un servicio de comidas para atender a estas personas.
La directora de Cáritas ha señalado también la presencia de temporeros, con sus familias y niños pequeños en varias naves y locales de la localidad sin las condiciones apropiadas, algo que, ha afirmado, sigue siendo un problema.
A lo largo de la campaña, los responsables de Cáritas han mantenido diversas reuniones con Servicios Sociales y con los cuerpos y fuerzas de seguridad y han realizado un seguimiento de las personas atendidas, a través del servicio de orientación laboral. También se celebró una mesa redonda de temporeros en coordinación con la Hermandad de San Isidro, con buena acogida por parte del sector agrario de la localidad. Y es que, uno de los principales problemas, afirma Requena, siguen siendo las contrataciones y los salarios bajos, aunque espera que poco a poco, en los próximos años, esta situación cambie.
En la misma rueda de prensa el delegado de Cáritas Interparroquial, el sacerdote Antonio López ha hablado de los diferentes talleres que la organización tiene en marcha en la localidad, destacando uno que es nuevo en el área educativa: el taller de acompañamiento a personas adultas en proceso de formación, coordinado con la Escuela de Adultos ‘Simienza”. Un taller dirigido a personas que quieren obtener el título de ESO, a los que ofrece formación con horarios adaptados a sus necesidades. Participan en el mismo diez mujeres.
También en el área de proyectos de educación, Cáritas tiene en marcha el taller educativo para personas (principalmente mujeres) en riesgo de exclusión, con las que se trabaja en la mejora de habilidades sociales básicas (administración del hogar cocina, autoestima e imagen entre otras); el taller de alfabetización y convivencia, para ayudar a mejorar la comunicación tanto oral como escrita de las personas atendidas en Cáritas; el taller de mujeres y participación y charlas educativas en liderazgo comunitario.
Y dentro de los proyectos laborales, cuenta con un taller de reciclaje textil y un servicio de orientación laboral, cofinanciado por el fondo social europeo y cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad de las personas, para lo que se forma a los participantes mediante un itinerario individual y pasan a formar parte de una bolsa de trabajo.
A todo ello se suma el servicio de acogida, el primer paso de todas las personas que llegan solicitando ayuda a Cáritas.