La Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha ha reclamado al Gobierno regional la exención del impuesto de sucesiones a las empresas en los casos en los que la cuantía de este impuesto se reinvierta «al cien por cien» en la propia empresa «y siempre con el mantenimiento de los puestos de trabajo en un plazo de tres años».
El presidente de la asociación, Aurelio Vázquez, en declaraciones a los medios antes del coloquio que esta ha organizado este miércoles en Toledo, ha señalado que esta medida «redundaría en un mayor reforzamiento de la empresa».
Asimismo, se ha mostrado partidario de una armonización fiscal por parte de las autonomías, explicando que la diferencia tributaria supone «una discriminación territorial» de unas regiones sobre otras y considerando que existe «sintonía» entre la asociación que presiden y el Ejecutivo autonómico en este aspecto.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que una donación de ocho millones de euros «supondría que en Andalucía y Asturias se paguen 2,2 millones y en Madrid 6.000 euros». Sobre la región, ha opinado que en este aspecto «Castilla-La Mancha no está muy mal, pero es manifiestamente mejorable», ya que en la Comunidad Autónoma se pagarían en este mismo ejemplo «unos 430.000 euros».
Por otra parte, el presidente ha pedido a la Junta que cree la figura de un «organizador» que se dedique a «coordinar toda la amalgama de legislaciones» vigentes a la hora de que un proyecto empresarial vea la luz. «Ahora, después del final del túnel de la crisis, las empresas se plantean comenzar nuevos proyectos pero la amalgama jurídica hace que se agoten incluso antes de empezar a acometerlo», ha explicado.
Por ello, ha incidido en que esta figura del coordinador «facilitaría todas estas gestiones administrativas» y el cumplimiento de las diversas legislaciones por parte de las empresas.
«NO ES MOMENTO» DE CAMBIAR EL IMPUESTO DE SUCESIONES
Por su parte, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha opinado que «no es momento» de atacar modificaciones en el impuesto de sucesiones ya que, ha recordado, hubo una modificación del mismo al inicio de la legislatura «que supuso que prácticamente no se paga el impuesto, teniendo en cuenta la capacidad económica del ciudadano medio de la región».
«También hay que recordar que cualquier reducción de los impuestos supone una reducción del gasto», ha continuado, haciendo hincapié en que la región se encuentra en estos momentos «en la vorágine del cumplimiento de los objetivos de estabilidad, con el sudoku del cumplimiento del objetivo de déficit y la regla de gasto».
Por ello, ha manifestado que es mejor afrontar esta cuestión «de manera nacional» para que se establezcan unos impuestos que permitan a las comunidades autónomas «ser eficientes en la recaudación pero no competitivos en los tipos impositivos».
Ruiz Molina ha comentado que la armonización fiscal esta serviría para que «no haya competencia entre las comunidades autónomas en materia impositiva», teniendo en cuenta que no todas las regiones «tienen las mismas posibilidades de hacer una reducción de impuestos».