El Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, registra cada año una media de 60 intervenciones de cirugía bariátrica, un procedimiento quirúrgico para tratar la obesidad mórbida en pacientes cuyo índice de masa corporal (IMC) es superior a 40 y no han obtenido resultados con otras terapias para la pérdida de peso.
Desde el año 2000, cuando se realizaron las primeras cirugías bariátricas en Ciudad Real, se han registrado ya cerca de 800 intervenciones, lo que supone aproximadamente un 80 por ciento de la actividad total de la región, que computa un millar en este tipo de cirugías, ha informado la Junta en un comunicado.
En este sentido, el servicio del hospital ciudadrealeño es el que acumula más experiencia en este tipo de procedimientos por su volumen y por su larga curva de aprendizaje en los últimos años. Este bagaje se traduce en las cerca de 800 intervenciones realizadas, de las cuales más de 600 corresponden a cirugía de baypass gástrico y el resto, un 20 por ciento del total, son gastrectomía tubular, según ha detallado el doctor Jesús Martín, jefe de Cirugía del Hospital General de Ciudad Real.
«Somos uno de los grupos más experimentados a nivel nacional y contamos con unos parámetros de calidad, en cuanto a índices de mortalidad y morbilidad, dentro de los mejores estándares del país», ha remarcado Martín, que ha señalado que «por las manos de cada uno de los cirujanos que componen la Unidad de Obesidad, cinco en total, han pasado a nivel individual más de 200 casos, lo que supone una garantía para el paciente».
El programa de cirugía de la obesidad se inició en Ciudad Real en el año 2000. «Nos planteamos empezar porque era una demanda creciente y no había ningún hospital de la región que lo hiciera, e incluso a nivel nacional había pocos hospitales que lo hicieran, y los que había querían dar un salto cualitativo pasando de la cirugía abierta a la cirugía por laparoscopia», ha explicado el jefe de Cirugía. La laparoscopia presentaba grandes ventajas para los pacientes en la recuperación y existían antecedentes en centros americanos que avalaban esta técnica menos invasiva, ha añadido.
PROCEDIMIENTOS MÁS DEMANDADOS
Los dos procedimientos bariátricos más demandados son el bypass y la gastrectomía tubular. El bypass gástrico es una técnica mixta con un doble campo de acción, por una parte un mecanismo restrictivo en el que se reduce la capacidad gástrica y a éste se asocia un proceso para interferir en la absorción de los alimentos.
La otra técnica es exclusivamente restrictiva, la gastrectomía tubular, en la que se extirpa el 80 por ciento del estómago y se reduce la capacidad del paciente para ingerir alimentos.
El perfil del paciente intervenido de cirugía bariátrica en el Hospital de Ciudad Real es una mujer, aunque en un porcentaje muy similar al de hombres, de 43 años de media con un índice de masa corporal de 49,28.
En los últimos años, la demanda de este tipo de intervenciones ha aumentado, concluyen los profesionales que integran el equipo quirúrgico. No obstante, hay unos criterios previos de inclusión para determinar si un paciente es o no apto para la cirugía bariátrica que consisten en un proceso multidisciplinar.
En éste intervienen otros servicios como Endocrinología, donde se ensayan tratamientos conservadores tanto dietéticos como farmacológicos. Si no se obtiene resultados se valora la cirugía. Actualmente «contamos con 80 pacientes en fase de estudio», ha concretado el jefe de servicio.
Otro servicio importante en el proceso es la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimenticia del Hospital de Ciudad Real, una referencia nacional, que participa en el proceso de selección de los pacientes y continua con la evaluación tras la cirugía para ayudar al paciente a realizar un cambio pautado en sus rutinas de alimentación.