El Gobierno de Castilla-La Mancha ha impulsado, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el grado de Biotecnología que este curso se ha iniciado en el Campus de Albacete, en el que están matriculados medio centenar de alumnos, y que potenciará que en la región se sea «más eficientes en procesos productivos», apoyando un modelo de economía circular, como ha apuntado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
Martínez Arroyo, que ha presidido este lunes el acto de apertura del curso del nuevo grado de Biotecnología, en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes (Etsiam) de Albacete, junto al rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado, ha resaltado que ha sido posible «gracias al acuerdo entre el Gobierno regional y la propia Universidad».
Así, ha señalado que ambas instituciones «van de la mano en algo que es muy importante que es la formación de los chavales, que son los que van a tomar decisiones muy importantes para el futuro», resaltando, que en este caso, además, «en ramas muy relevantes para la economía de Castilla-La Mancha», según ha informado la Junta en una nota de prensa.
Según ha indicado, este nuevo grado demuestra el interés del Ejecutivo autonómico por poner en marcha nuevas titulaciones que vienen a dar respuesta a la demanda creciente en el sector, que permitirá a la región ser más eficiente en procesos productivos y al mismo tiempo crear oportunidades laborales.
En esta línea, ha puesto de manifiesto el periodo actual, en el que se está trabajando de cara a la transición ecológica, explicando que «se está cambiando el modelo productivo donde los biocombustibles van a ser muy importantes».
CASTILLA-LA MANCHA ASPIRA A SER «PUNTERA» EN ECONOMÍA CIRCULAR
Igualmente, ha indicado que en Castilla-La Mancha se trabaja hacia este modelo de economía circular y muestra de ello es la nueva Ley de Economía Circular que saldrá «el mes que viene» a exposición pública y las acciones en las que ya trabaja el Gobierno regional con la utilización, por ejemplo, de la biomasa como combustible para generar calor en los edificios públicos, para lo que se han cambiado ya muchas de las calderas de gasoil por las de astillas.
«Aspiramos con esta ley a ser punteros», ha dicho Martínez Arroyo, quien ha avanzado que también se incluirán en las ofertas de empleo público a los nuevos biotecnólogos.
En el caso de la Biotecnología, ha dicho, «va a ayudar en la industria agroalimentaria y la forestal y también en las ciencias de la salud», como en los procesos de transformación de la materia orgánica, poniendo como ejemplo las levaduras que transforman la uva en vino o la reutilización de los residuos forestales.
Así, ha recordado que en la región existen centros de investigación y de innovación agroalimentaria, como el Iriaf, dependiente de la Consejería y que están a «disposición de la Universidad de Castilla-La Mancha» y sus alumnos.
Ambas entidades colaboran desde hace tres años a través de un convenio marco firmado en el año 2016 a través del cual 60 alumnos se han beneficiado de las prácticas en verano en estos centros.
Martínez Arroyo ha destacado la planta Clamber en Puertollano (Ciudad Real), finalizada y puesta en marcha en esta legislatura y en la que ya se encuentran realizando trabajos de escalado relevantes «para demostrar si la biotecnología en bioprocesos industriales es rentable poner en el mercado determinados productos».
El consejero ha trasladado a los nuevos alumnos que inicien este curso con «ilusión» y por el futuro «aquí en Castilla-La Mancha», animándoles a que sean los ciudadanos que en pocos años ayuden a «mejorar la renta de esta tierra, de esta Comunidad Autónoma».