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Mañana se decide si se autoriza un nuevo trasvase, once meses después del último y cuando se cumplen 39 años

Los canales del trasvase Tajo-Segura podrían volver a llenarse después de esta Semana Santa, ya que mañana se reúne la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, el organismo que evaluará la situación real de los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, y en caso de que lo valore positivamente, el Gobierno estudiará su autorización.

Esta semana, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, anunciaba, precisamente en Alicante, que la reunión está prevista según los «parámetros definidos», ya que las existencias de agua embalsada se evalúan con datos de primero de mes.

HACE 11 MESES DEL ÚLTIMO

El último trasvase se desde los embalses Entrepeñas-Buendía (Tajo) al Segura se autorizó el 10 de mayo de 2017, por un total de 7,5 hectómetros cúbicos, ya que después de esa fecha los embalses bajaron de los 400 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Esa es, precisamente, el límite que marca la posibilidad o no de trasvasar.

Mañana se decide si se autoriza un nuevo trasvase, once meses después del último y cuando se cumplen 39 años

El pasado martes 27 de marzo los embalses de Entrepeñas y Buendía albergan 431 hectómetros cúbicos, tras sumar esta semana 43 hectómetros cúbicos de agua. De mantenerse esta situación en este mes de abril, se podría dictar un cambio de estado de nivel 4, (cuando los embalses guardan 400 hectómetros cúbicos o menos y por tanto no se puede transferir agua alguna a la cuenca del Segura) a nivel 3, que sí permite el trasvase.

Si la Comisión así lo determina, se elevará la correspondiente propuesta que deberá tener en cuenta no solo que se ha pasado a nivel 3 sino también la previsión técnica de las aportaciones futuras de agua, para garantizar la satisfacción de las necesidades de la cuenca cedente, de acuerdo con lo indicado en la propia ley, según han explicado a Europa Press fuentes ministeriales.

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En ese sentido, estas fuentes recuerdan que las reglas de explotación fijadas definen un mecanismo claro de aplicación en función del volumen almacenado en los embalses de Entrepeñas y Buendía, las aportaciones hídricas recibidas, los valores de consumo de referencia y los desembalses necesarios para atender a los usos de la cuenca cedente.

Por tanto, de autorizarse esta nueva transferencia, esta se acometería a lo largo del mes de abril, once meses después de la última.

LA REGLA DE EXPLOTACIÓN

Las reglas de explotación indican que en función de las existencias «conjuntas» de los embalses de Entrepeñas y Buendía a comienzos de cada mes establece los siguientes niveles mensuales con arreglo a los que se realizará o no los trasvases. El máximo anual total que se puede trasvasar en un año hidrológico es de 650 hectómetros cúbicos, 600 hectómetros cúbicos para el Segura y 50 hectómetros cúbicos para el Guadiana.

Sin embargo, en caso de autorizarse un nuevo trasvase, al confirmarse el paso a situación de nivel 3, este no podrá superar los 20 hectómetros cúbicos, en un escenario denominado de «situación hidrológica excepcional», cuando el órgano competente podrá autorizar «de forma motivada» como máximo esa cantidad.

Para alcanzar situación de nivel 2, las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía sean inferiores a 1.300 hectómetros cúbicos y sin llegar a los volúmenes de agua de nivel 3 y las aportaciones conjuntas registradas en los últimos doce meses sean inferiores a 1.200 hectómetros cúbicos. En esa situación, el órgano competente podría autorizar un trasvase mensual máximo de 38 hectómetros cúbicos.

Por su parte, la situación de nivel 1 llegará en caso de que las que las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía lleguen a triplicar las actuales hasta ser iguales o superiores a 1.300 hectómetros cúbicos o cuando las aportaciones conjuntas entrantes a estos embalses en los últimos doce meses sean iguales o mayores que 1.200 hm3. En este caso, el órgano competente autorizará un trasvase mensual de 60 hectómetros cúbicos como máximo.

LUCHA AUTONÓMICA

En esta línea, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, considera que el uso de las desaladoras haría «innecesario» el trasvase Tajo-Segura y se ha preguntado «de qué están bebiendo y regando» en el Levante en estos momentos en los que no se está usando este trasvase.

Por su parte, este martes el vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha lamentado que el Gobierno «condene» a los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, a no sumar «nunca» más de 400 hectómetros cúbicos de los 2.474 que pueden almacenar.

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Asimismo, Martínez Guijarro ha criticado que García Tejerina haya dicho que será «una comisión técnica la que decidirá si hay trasvase» cuando en realidad lo que indica es que «cada vez que haya más de 400 hectómetros, habrá trasvase».

«Estamos condenados a no tener más de 400 hectómetros cúbicos en la cabecera. Cada vez que los haya, la voluntad es trasvasarlos al Levante», ha señalado, añadiendo que «hay alternativas reales y viables» como son las desaladoras.

En su opinión, el problema de que los regantes levantinos reclamen agua del trasvase y no de las desaladoras pasa por el precio de la misma. «No es una cuestión de recursos hídricos, sino del precio que algunos están dispuestos a pagar. Es mucha más barata el agua del trasvase que el de las desaladoras», ha insistido.

En esa línea, la consejera de Fomento castellano-manchega ha solicitado a Tejerina que la Comisión de Explotación revise «al alza» el límite de existencias en los embalses de cabecera no trasvasable» porque considera que los 400 hectómetros cúbicos actuales no garantizan «ni los derechos de la cuenca cedente, ni se garantiza el crecimiento y desarrollo de los pueblos ribereños.

Mañana se decide si se autoriza un nuevo trasvase, once meses después del último y cuando se cumplen 39 años

Por el contrario, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha abogado por un trasvase «ya» y ha reclamado recursos para modernización de regadíos y de apoyo a las comunidades autónomas para reutilización de aguas.

«Si ya se dan las condiciones, y parece que se dan, no hay ningún motivo para que no se tome ya la decisión del trasvase». «Llevamos desde mayo -ha añadido-, sin que haya sido posible el trasvase y es fundamental para mantener los cultivos de Vega Baja y sur de Alicante».

No obstante, Puig ha advertido de que solo se han puesto en marcha un 30 por ciento de la desaladora de Torrevieja y considera que hay una falta de inversión «real» en modernización de regadíos.

Por ello, ha pedido que «no se hable de pactos como cortinas de humos», para tratar de avanzar soluciones. «Lo que se trata es de que se actúe con pequeños impulsos. Primer impulso, trasvase ya; Segundo, recursos para modernización; Tercero, apoyo a las comunidades para la reutilización de aguas».

Con este conjunto de medidas, en su opinión se mejoraría «mucho» el déficit hídrico «estructural» de la Comunidad Valenciana. «Eso es bastante indiscutible», ha concluido.

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