El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto por el que se establecen normas de control de subproductos no destinados al consumo humano y la sanidad animal en la caza mayor para evitar el contagio de enfermedades entre varias especies susceptibles de alimentarse con animales domésticos y silvestres.
Así, con la nueva normativa, los residuos procedentes de la caza mayor se podrán dar a las aves necrófagas o a las rehalas, entre otras novedades.
El Real Decreto promoverá la gestión correcta de los residuos que genera la caza para evitar que sirvan de alimento a carnívoros oportunistas y jabalíes. De esta manera, señala el Gobierno que se mejorará la situación sanitaria actual en las distintas enfermedades sometidas a programas de control.
Los nuevos requisitos se aplicarán a todas las modalidades cinegéticas de caza mayor colectiva en todo el territorio nacional y se entiende como tales aquellas en las que el número de puestos es superior a cuarenta o el número de piezas abatidas es superior a veinte por jornada de caza.
Las medidas que se contemplan se refieren no solo a la gestión de subproductos por empresas autorizadas, sino que, en función de la categorización de los mismos en base a su riesgo sanitario, se contemplan alternativas de gestión, menos costosas y más fácilmente aplicables, que a su vez no comprometen la conservación de las especies necrófagas.
Entre estas, incluye el enterramiento, con prescripciones técnicas mínimas, la alimentación de especies necrófagas en muladares; alimentación de necrófagas de interés comunitario en las zonas de protección para las mismas; alimentación de rehalas.
El texto, además, armoniza las diferentes legislaciones autonómicas, ya que algunas comunidades ya cuentan con una legislación autonómica propia.