La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha redujo un 2 por ciento sus emisiones acumuladas de gases de efecto invernadero (GEI), expresadas en toneladas equivalentes de CO2, entre 1990 a 2015.
Así lo da a conocer el informe ‘Radiografía de las emisiones de comunidades autónomas. Responsabilidad entre comunidades autónomas para conseguir la descarbonización de la economía. 1990-2015’ del Observatorio de la Sostenibilidad (OS).
Un total de 14 comunidades han aumentado sus emisiones totales en el periodo 1990-2015, siendo Extremadura la que más ha crecido, con un 49% más en el periodo considerado, seguida de Murcia (48%), Canarias (46%) o la Comunidad Valenciana (43%). Solo Galicia (-1%), Castilla-La Mancha (-2%), el País Vasco y Ceuta (-3%), y Castilla y León (-4%) emiten en 2015 menos que en 1990.
El porcentaje de emisiones difusas sobre las totales en 2015 alcanza el 51% (el 49% restante corresponde a las emisiones fijas), valor ligeramente inferior al de la media nacional (59%), lo cual sitúa a Murcia en la décima cuarta posición, compartida con Andalucía.
Las comunidades con mayores porcentajes de emisiones desde fuentes difusas son Madrid (95%), Extremadura (90%), La Rioja (86%) y Castilla-La Mancha (76%), debido en gran parte a la poca importancia de sus instalaciones energéticas a partir de fósiles y de industria pesada.
Las 17 comunidades han registrado descensos en sus emisiones fijas y difusas entre 2006-2015. Las mayores disminuciones en fijas (datos para 2015) se han producido en La Rioja (-84%), Madrid (-75%) y Castilla-La Mancha (-52%). En emisiones difusas, entre 2006 y 2015, el descenso es liderado por Ceuta (-55%), la Comunidad Valenciana y Melilla (-31%), el País Vasco (-29%) y Canarias (-28%).
Murcia alcanzó sus emisiones totales máximas de GEI en 2008. Otras regiones lo han hecho en momentos anteriores o posteriores, si bien la mayor parte lo hicieron en el periodo 2004-2007, momento álgido de la burbuja inmobiliaria previa a la crisis.