Enero llega para romper la rutina y para hacer borrón y cuenta nueva; es el primer mes del año y el de cumplir con esos objetivos que nos propusimos en la sobremesa de Nochevieja mientras brindábamos con nuestros familiares por un año lleno de éxitos, pero también viene acompañado de la temida cuesta de enero, y es que es una época en la que nuestras tarjetas de crédito sufren la resaca de la Navidad.
Según un estudio realizado por la consultora Deloitte, España ha encabezado el consumo navideño en Europa convirtiéndose así en uno de los países más optimistas tanto en lo que respecta a la situación económica actual como en los años venideros. Este entusiasmo económico en los hogares españoles ha sido la principal razón para que este año hayamos gastado de media 633 euros en las compras navideñas.
Con el periodo de gasto navideño que nos precede, este mes es idóneo para plantearse nuevos retos económicos, ya que posiblemente en tu lista de propósitos para este año nuevo se encuentra ahorrar más. Este hecho puede resultar realmente complicado ya que llegar a 2018 sin preocupaciones económicas no es fácil, ¿es realmente posible superar enero de una forma más holgada?
MUCHOS TIRAN DE CRÉDITOS ON LINE
Aunque muchos de nosotros utilizamos ahorros y la paga extra de diciembre para financiar estos costes, lo cierto es que no todos los bolsillos pueden afrontar igual los gastos navideños, por lo que pedir un crédito online a compañías como Creditea puede ser la solución para tener una mayor cantidad de recursos y tranquilidad. Los créditos ‘online’ son rápidos y flexibles y además se pueden solicitar desde cualquier lugar y con cualquier dispositivo, frente a los bancos, que reclaman «requisitos, avales y garantías».
Creditea ofrece a sus clientes créditos y préstamos de hasta 3.000 euros, que son transferidos en menos de 15 minutos y pueden ser devueltos en un plazo de hasta 36 meses.
Para solicitarlos, tan solo es necesario rellenar un sencillo formulario y el sistema analiza en tiempo real el perfil de cada cliente, haciéndole una oferta de financiación ajustada a sus necesidades y a su situación financiera.
Intentar que no se resienta la economía familiar en estas fechas se debe ver como una oportunidad para planificar aquellos gastos que se darán durante el año. La mejor herramienta para realizar esto es elaborar un presupuesto familiar y fomentar una educación financiera responsable incluso con los más pequeños de la casa.
Además, es aconsejable plantear objetivos de ahorro y clasificarlos por prioridades, ya que es preferible dejar aquellos que no sean tan importantes para más adelante y pensar en ellos cuando la economía doméstica se haya reestablecido. Y es que gastar de más es un mal hábito no una tradición, así que evite la cuesta de enero y convierte el refrán ‘año nuevo, vida nueva’ en tu mejor aliado.
