Agentes de Policía Nacional adscritos a la Comisaría de Alcázar de San Juan, en colaboración con la Policía Local de dicha localidad, han procedido a la detención de una un varón como presunto autor de un robo con fuerza, en concreto de sustraer de una tienda de telefonía un total de 51 móviles, valorados en 10.000 euros.
La Dirección General de la Policía de Ciudad Real, que ha indicado que los agentes siguen con las gestiones de investigación no descartándose la detención de nuevas personas, ha explicado que la investigación se inicia a raíz de los hechos ocurridos en un establecimiento de telefonía móvil de dicha localidad.
Una llamada anónima al teléfono de Emergencia Policial del 091 alertaba como tres o cuatro personas salían de un comercio corriendo en dirección a Plaza de España cargados con bolsas. Los agentes desplazados hasta el lugar comprobaron ‘in situ’ como los presuntos autores habían accedido al interior del establecimiento forzando la persiana metálica del cierre de la puerta de entrada con una palanqueta o similar.
Mas tarde, Policía Local localizó un vehículo de color negro con una rueda reventada, percatándose, en ese momento, como los ocupantes del mismo se habían subido a otro vehículo de color blanco, abandonando el lugar rápidamente.
Tras la inspección del vehículo siniestrado llegaron a la conclusión de que dicho turismo es el que había sido empleado para la huida tras la perpetración del robo, ya que, en su interior, encontraron 10 cajas de teléfonos móviles y otros elementos electrónicos.
Continuando con las pesquisas, se llega a la plena identificación del propietario del turismo siniestrado, el cual, horas más tarde se personó a denunciar la sustracción de su turismo en la localidad de Leganés (Madrid), momento este en el que se procedió a su detención.
MODUS OPERANDI
Según la policía estas personas, para apoderarse del mayor botín posible y no ser identificados, actúan en grupo: mientras un individuo se queda vigilando en la puerta del establecimiento, el resto, acceden al interior desvalijando los mostradores y el almacén, logrando sustraer de esta forma la mayor cantidad de efectos, empleando para ello, el menor tiempo posible.
Una vez cometido el robo abandonan el lugar rápidamente a pie hasta un lugar cercano donde tienen los vehículos estacionados, para emprender la huida, dificultando de esta manera, si son sorprendidos en el lugar, la identificación a través de los vehículos utilizados para su huida. Igualmente, para dificultar ser reconocidos, actúan con las caras cubiertas y con guantes.