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viernes, 27 diciembre
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En memoria de Paco Rosado, escritor y tomellosero

En memoria de Paco Rosado, escritor y tomellosero
Toma de posesión de la primera corporación democrática de Tomelloso. Paco Rosado armado con los bartulos del oficio para dar fe del acto.

Nuestra árida campiña nos muestra las labores

que brazo vigoroso con la esteva surcó,

cantando en la besana relicario de amores

los mozos arrogantes que riegan con el sudor.

(Himno de Tomelloso)

Tomelloso es un pueblo, distinto, diferente, apasionante, como cualquier otro, tiene rasgos  propios como su localismo, su fuerza, su amor a la faena, su novedad como municipio. Los  Tomellosanos –como así los llama el himno local- también lo son, son fruto de la viña,  la tierra y el agua, son hombres y mujeres curtidos con el son de la Mancha, el clima extremo, y la sequedad del verbo.  Es  forma de ser, la que  ha forjado una de las   generaciones culturales más fuertes en el ámbito de la cultura manchega, escritores, pintores y artistas se acumulan en un área —Tomelloso y Argamasilla— donde el arte y el humanismo, en lo íntimo están presentes.

Tuve el placer  de conocer a Paco Rosado, después  que a sus textos,  después que  a su revista Cuadernos Manchegos.  Su creación de los años ochenta, Cuadernos Manchegos era, en mi mocedad  la revista de referencia en  la biblioteca Víctor de la Serna; Cuadernos traía  las noticias de una comarca y una región que empezaba, que quería saltar de la pobreza y el olvido,  junto con algunas otras que en esa época  de la post-transición surgieron con fervor en  la comarca moral —que no jurídica— de Tomelloso.

Años después,  cuando ya andaba por  los pupitres de la Facultad de Políticas, tuve el placer de conocer a Paco Rosado en  una  campaña electoral.   Las conversaciones  fueron amplias y longevas, y  había algo que siempre admiraba de él, su capacidad de ordenar ideas, y de recordar hechos y discursos de la política local de estos pueblos que forman La Mancha.  Era  una biblioteca viva del comportamiento político de nuestra tierra,  así como conocía la trayectoria de los alcaldes y alcaldables de la tierra, por no decir de la clase política toledana, y demás sabía contarlo, escribirlo y publicarlo.

Compartí con él,  algunos artículos que decidió publicar en su revista, no fueron muchos, siempre tenía el miedo de no contar o escribir algo interesante, en una revista que tanto respetaba; también compartí con el  diversas  visitas en su oficina de la calle “del Charco”;  aprendí de él que la política es  intensa haya donde vivas, por más que uno  piense que no hay política en lo local o lo inmediato, el té  narraba que si había, existía y había que tener criterio.

Paco Rosado, pasará a mi memoria,  como uno de eso tomellosanos  que decidieron escribir, contar lo que pensaban, promulgar la cultura, pero que además  lo hicieron o lo intentaron en su tierra, en su pueblo, en su Tomelloso. Paco Rosado, quedará en mi memoria, como  alguien que amaba la política, y que intentaba  contarla a la generalidad, en palabras llenas de prosa, cordura, y criterio,   tratando de poner encima de la mesa su punto de vista, en aquellos temas y reclamaciones de su pueblo, sus vecinos y su tierra.

Con todo mi respeto y admiración:

José Alberto Crespo

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