Tanto el que tenga algo que ver con la Cultura, como desde al que le interese mínimamente, sabrá que esta área no está atravesando sus mejores momentos. Cabría preguntarse si aquella época pasada en la que buena parte de los presupuestos públicos de Cultura eran dilapidados con proyectos faltos de previsión y evaluación (también algún ejemplo reciente y mayúsculo hemos tenido en Castilla-La Mancha), era el buen camino. ¿Existirá un término medio entre el gasto desmesurado y el vil recorte?
Para encontrar ese camino y aportar a la Cultura una evolución (en positivo), sostengo que es imprescindible consultar sobre el estado actual de la misma y sus ramificaciones, a todas las personas posibles (a quienes la desarrollan y pelean por ella en alguna de sus ramas, a los que insuflan vida con su asistencia a los eventos, o a aquellos que no están interesados en la Cultura para saber sus motivos). La razón es la siguiente: conocer “el estado de la cuestión” para aportar solución a los problemas, previsión para el desarrollo de grandes proyectos y, nuevas ideas y propuestas basadas en las necesidades de las personas que van a verse beneficiadas directa o indirectamente.
Esto precisamente, es lo que hemos hecho desde la Asociación Acento Cultural y nuestro proyecto “Tomelloso Cultural”, consultar al pueblo en sus diversas ramas (hasta nueve encuestas hemos hecho: para los habitantes sobre sus hábitos culturales; a los partidos políticos locales; a los técnicos y personal del Ayuntamiento de Tomelloso; Letras, Humanidades y Ciencias Sociales; Teatro; Música; Artistas, creadores y fotógrafos; Gestores Culturales; y Entidades con fines sociales (tercer sector), todas ellas basadas en las características de Tomelloso e inspiradas en el documento “Agenda 21 for Culture”, desarrollado por La Comisión de Cultura de la Asociación Mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). Tengo la convicción absoluta de que la (auto) evaluación (individual y plural) objetiva y constructiva, nos ayudará a mejorar y evitará la repetición de errores.
Por ello, finalizado el plazo para la recepción de encuestas sobre la Cultura en Tomelloso, ha llegado el momento de analizarlas de manera objetiva y exponer sus resultados. La Cultura ha de crecer, ha de ser construida y potenciada sin provocar la destrucción, sino siendo evaluada y analizando el momento actual para establecer un Plan de Cultura a corto, medio y largo plazo, en el que los partidos políticos den voz y sirvan de plataforma a las personas capacitadas, formadas y profesionales en cada área, para la mejora de las mismas.
Lo que se extraiga de las mencionadas encuestas, formará parte del futuro libro sobre el pasado, presente y futuro de la Cultura en Tomelloso. Esta publicación contará con un estudio de la Cultura en la localidad en sus diversas formas, desde que el ocio cultural llegó a la localidad y empezaron a surgir artistas y literatos a finales del siglo XIX, hasta finales del año 2016, una base histórica sobre el devenir de este ámbito en la ciudad. El presente quedará retratado de la mejor forma posible a través de las encuestas y, el futuro, será fruto de las propuestas de los participantes en los cuestionarios, el análisis crítico y constructivo de Tomelloso bajo el prisma de las últimas tendencias en políticas culturales, y las alternativas resultantes para el porvenir cultural de esta localidad.
La historia dice que Tomelloso ha destacado culturalmente por los individualismos y no por la colectividad, a pesar de que hay referentes en otras áreas (como la agricultura) en la que podemos observar como la unión de muchos, genera mayor fortaleza. También cabe la posibilidad de que nuestras figuras hayan llegado muy alto y eso haya eclipsado movimientos grupales en la esfera local. Lo único cierto, y así se percibe desde el suelo, es que las cada uno de los ámbitos en los que se divide la Cultura (Artistas, Fotógrafos; Literatura y Humanidades; Música; Teatro; etcétera), requiere de una mayor unión y urgen propuestas para fomentar espacios de debate, reflexión y recepción de ideas, como así comenzó nuestro proyecto (el objetivo era que cada área tuviera la oportunidad de debatir públicamente, así como contar con expertos en cada materia, y cuyas pautas fueran provocar una mayor participación ciudadana en la Cultura). Ahora, nuestro libro, será el primer paso de una iniciativa que esperamos tenga el mayor altavoz posible y que sirva de ejemplo para el futuro para que, donde nosotros nos hayamos podido equivocar, otros aprendan de nuestros errores.
Faltos como estamos, de recursos proféticos, desconocemos el impacto que este libro tendrá. No obstante, no hay mejor senda para el futuro de la Cultura que darle voz y espacio para la acción, mientras a la ciudadanía se le muestra los beneficios derivados de una mayor participación en este ámbito (activismo cultural) y los frutos que se obtendrán para el bienestar de toda la sociedad (mayor conocimiento del mundo actual; respeto y tolerancia hacia todas las culturas; eliminación de prejuicios; cortafuego para las tendencias extremas; construcción del pensamiento individual; etcétera).
Tampoco olvidemos la influencia de la Educación en la Cultura. Otra gran batalla.
Próximamente, el libro, que algún nuevo camino podrá mostrar…
Por Ricardo Ortega Olmedo.
Presidente de Acento Cultural.
