Desde el pasado jueves, una imagen de Antonio López García dará la bienvenida a quienes entren a Tomelloso por la carretera de la Alavesa gracias a la obra realizada por el artista Francisco José Girón (Dresu). La actuación servirá, además, como imagen de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de la ciudad que, como se sabe, lleva el nombre del genial pintor.
Dresu, nacido en Pedro Muñoz, fue alumno de la EASDAL de Tomelloso, actualmente reside en Valdepeñas y es profesor en Estudio Creativo. El artista impartió un taller de aerosol en la escuela, dentro de las Jornadas Culturales y Artísticas 2017. Después, desarrolló el mural homenaje al pintor Antonio López. Trabajó su obra con tonos neutros en escala de grises, jugando con el rojo, que lo vincula con el logotipo de la escuela.
La escuela le ofreció a Francisco José Girón la posibilidad de realizar un mural sobre lo que él quisiese. «Soy admirador de Antonio, además, en la Escuela de Arte, no había nada sobre él. Pensé que sería bueno hacerle un homenaje en el mejor sitio en el que se le puede hacer». Para Dresu este trabajo ha supuesto «un placer, pero también un gran reto, además de una importante responsabilidad. Es un retrato, nada menos que de Antonio López, en su ciudad, y antes o después le va a llegar a él». También destaca la magnitud de la obra, el mural tiene más de diez metros cuadrados y disponía menos de cuatro horas para realizarlo «fue necesario tenerlo claro y las ideas muy trabajadas».
«Cuando empecé en la Escuela tenía muchas aspiraciones», nos contó Dresu, estudió Diseño, aunque llevaba desde los 12 años pintando y haciendo grafitis. «En unas jornadas culturales, como estas, asistí a una charla de un joven artista urbano, que me motivo a seguir para adelante. En este mundo del arte, o comes o te comen». Y claro, para el artista, impartir una másterclass en su alma mater ha sido «como estar en una nube» a pesar de que «tengo muchas cosas más que aprenden que enseñar. Estoy en continuo aprendizaje y en la pintura soy completamente autodidacta».
Dresu considera que el arte urbano «no está muy buen visto en la sociedad» se asocia al vandalismo y por ello «a nosotros nos cuesta más vivir del arte o realizar cualquier proyecto». A pesar de ser una zona rural, La Mancha es una importante cantera de artistas urbanos y grafiteros «nuestra zona se mueve mucho, pero también queda mucho por hacer». En cuanto al ruralismo de nuestra región, para el artista «es el futuro del arte urbano, las ciudades están “petadísimas” de murales, lo rural es un escaparate muy interesante».
La obra de Dresu que ha sido desarrollada en sus viajes a ciudades como Nantes, Londres, Edimburgo, Oxford, Sofía, Kazanlak o Estambul. Nos regala una entrada directa a los sentimientos más íntimos mostrando la realidad mundana que emana de sus trazos.
Contagiado por el arte urbano, nos traslada a un mundo expresionista figurativo adaptado al medio, al tiempo y el espacio, inspirado principalmente en las personas y el entorno inusual que nos rodea y pasa desapercibido. Su obra se basa en el movimiento de las personas, la crítica social y el grito de todo aquello que se puede expresar de forma plástica, lanzando un mensaje con un alto contenido positivo desde la más pura sencillez del artista.