Con una gran asistencia de público, Kanimambo llevó a cabo este martes en El Rinconcito un evento comercial que denominaron “Summer market”. La marca de moda africana quiso acabar la temporada de verano en Tomelloso con un acto en el que se dieron algunas pinceladas de la nueva.
Kanimabo echó a andar en abril del pasado, un proyecto que no tiene que ver con la actividad de ninguna de las cinco promotoras, pero buscando el valor añadido en un viaje que hizo la alma mater de Kanimambo, Carmen Marquina, a Mozambique. Allí descubrió las telas africanas y el potencial que tenían.
Desde entonces Kanimambo ha ido evolucionando, se han diseñado nuevos productos y, además, han colaborado con algunas organizaciones. Durante el 2017 ha colaborado con Fundación Kirira porque una implicación social también interesa al consumidor. En ese sentido la marca se diferencia en que su origen es africano y que en los últimos tiempos colabora con ONG. Estas cinco mujeres ya están trabajando en la nueva colección de la marca, con ilusión y los pies en la tierra pero buscando hacerse un huevo en un mundo muy complicado.
Kanimambo, nos contó una de las socias de la firma, Carmen Casero, no descarta llevar a cabo líneas para el hombre, empezando con algo de forma tímida, como camisas, polos o camisetas. Carmen Casero destacó el compromiso de El Rinconcito con la cultura y el arte de Tomelloso y proyectos con el de Kanimambo que nace desde el compromiso social. Y, por supuesto, ellas mismas realizan los diseños.
Kanimambo es una palabra de la etnia shangana, del África austral, que significa gracias.