Hasta el 25 de mayo la Escuela de Arte Antonio López de Tomelloso acoge la exposición «Alma Nómada» del artista Dresu, Francisco José Girón para el siglo. Dresu es natural de Pedro Muñoz y fue el artista que realizó el mural de Antonio López que adorna el edificio de la Escuela, también fue el ganador del concurso del cartel del carnaval de Tomelloso.
La jefa de estudios de la Escuela de Arte, Marisol Angulo, destacó durante la inauguración que Dresu ha sido alumno de la EASDAL. “Siempre agradecemos a los exalumnos que vuelvan de nuevo a la Escuela”, aseveró Angulo, como en este caso, a recordar que tienen una trayectoria, que continúan y que tienen una obra que merece la pena ver.
“Alma Nómada” es un proyecto pictórico “ambulante”, nos contaba Dresu, con un tema principal que es la calle en todos sus ámbitos. Pero, precisó, con dos protagonistas, las acciones inusuales que nos pasan desapercibidas en el día a día como pueden ser un músico en el metro o una señora que pase por la calle o, incluso, elementos arquitectónicos en los que no nos fijamos. El otro protagonista, el más importante para el autor, es que desarrolla las obras en las zonas urbanas y rurales más desfavorecidas.
Dresu, desde que comenzó a pintar, ha viajado por el continente europeo y en estos últimos años lo ha hecho a Oporto y a distintos lugares de Bulgaria, conviviendo con los habitantes de los barrios más desfavorecidos. “Son lugares que, a priori, no tiene belleza, pero que para mí son mágicos”, explicaba, ya que existe una gran diferencia social en esos lugares, Francisco José Girón con su obra pretende hacer un homenaje a esas zonas y, sobre todo a las personas que las habitan.
“Alma Nómada” es un proyecto en el que Dresu lleva trabajando varios años y continúa, sigue vivo, aún no está terminado. Lo que se expone en la Escuela de Arte, aseguraba, es el proceso, no es, ni mucho menos, la obra final, ni solo son los cuadros de la muestra. El proyecto empezó con una estética diferente, pero conceptualmente es el mismo, “es una forma de vivir la pintura de otra manera”. No se trata, decía, de hacer un cuadro por un cuadro, “todo tiene un porqué”.
La técnica de Dresu es “una oda al arte urbano”, el artista es autodidacta ya que los estudios que llevo a a cabo en la Escuela fueron de diseño. Los cuadros que ha llevado a la EASDAL simulan las paredes, con texturas de las zonas más abandonadas, el artista maltrata el cuadro, rayándolo. Tampoco busca que sus obras sean muy realistas, son momentos esporádicos de los que no busca el detalle. Los pinta con brocha, con la mano o con espátula, usa carboncillo, acrílicos y espray.
Todos los cuadros están marcados con sellos tipográficos, son iniciales de donde están hechos. Cada pintura, en la plica, seguía explicando, señala que esta hecho de un lugar a otro, por ejemplo, de Madrid a Oporto. Eso señala que la imagen figurativa se ha hecho en un sitio y los grafitis en otro.
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