El Gobierno central, a través del Ministerio Agricultura y Pesca, Medio Ambiente y Alimentación, aportará 206.000 euros para sanear la zona incendiada el pasado mes de agosto en Campillo de Altobuey, Cuenca, donde ardieron 1.500 hectáreas, 550 de ellas de utilidad pública.
Así lo ha asegurado, en declaraciones a los medios, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, que ha visitado la zona. Según Gregorio se está intentado por todos los medios minimizar los arrastres de cenizas para evitar la contaminación del agua potable. Ha añadido que el objetivo es «recuperar la vegetación autóctona».
El delegado del Gobierno ha destacado la inversión realizada en recuperar las zonas incendiadas de la región para «actuar lo antes posible en minimizar los efectos del fuego», aunque ha reconocido que «hasta dentro de muchos años no se producirá una regeneración completa».
Los trabajos que han comenzado en el área forestal afectada en Campillo de Altobuey son «de emergencia» según ha indicado Eduardo del Palacio, de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal. «Durarán siete meses en total, hasta abril o mayo aproximadamente» siendo el siguiente paso «ver cómo evoluciona la regeneración del monte, lo que se está facilitando con estos trabajos», ha apostillado.
A la zona han acudido, además del delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, la subdelegada del Gobierno en Cuenca, María Lidón Lozano, el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto y el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado.
