La agencia de calificación crediticia Fitch ha reafirmado su calificación ‘BBB’, con perspectiva estable, a Caja Rural Castilla-La Mancha, certificando así la buena situación financiera que atraviesa la entidad con motivo de la revisión periódica que efectúa la agencia a las cooperativas de crédito españolas en 2017.
Fitch ha basado su calificación en los robustos indicadores financieros y las prudentes políticas de gestión que aplica Caja Rural Castilla-La Mancha, que busca maximizar los niveles de solvencia, subrayando además que cuenta entre sus fortalezas con unos ratios de calidad de activos significativamente mejores que los del resto del sector, un satisfactorio nivel de capitalización y una financiación estable.
En este sentido, apunta que el ratio de capital total se ha incrementado significativamente en los últimos años, situándose al cierre del ejercicio 2016 en el 16,92%, a una distancia muy prudente del mínimo regulatorio exigido, ubicado en el 10,63%.
La agencia destaca igualmente que Caja Rural CLM mantiene una morosidad muy por debajo del sector (3% frente al 8,43% del sistema financiero al cierre de junio), en parte como consecuencia de una cartera de préstamos residenciales de excepcional calidad. Igualmente, Fitch resalta la cobertura en su totalidad de los saldos dudosos con fondos destinados a ese fin.
Por último, y en relación a la estructura de balance, la agencia señala que Caja Rural CLM cuenta con una amplia base de clientes minoristas que financia en su totalidad la cartera crediticia.
Un año más, Caja Rural CLM recibe de Fitch una valoración positiva que reafirma el modelo de gestión emprendido, basado en principios cooperativos y centrado en satisfacer los requerimientos de sus socios y clientes gracias a su destacada vocación de servicio y compromiso con la dinamización de todo su ámbito de actuación.
Un modelo de banca universal que es respaldado por la confianza que le otorgan sus más de 75.000 socios y más de 400.000 clientes, que son su principal garantía de futuro.