El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que ha avanzado que el Consejo de Gobierno de la presente semana ha aprobado el nuevo contrato y el plan de equilibrio financiero del futuro hospital de Toledo, ha asegurado que ese cambio de contrato no tendrá consecuencia jurídica alguna, al ser la misma empresa la que lo llevará a cabo.
En rueda de prensa, el titular regional de Sanidad ha indicado que el futuro hospital «podría empezar a funcionar a finales de 2019» y ha manifestado, no obstante, que aún no está definido el número de trabajadores que conformarán la plantilla de este nuevo centro, cuestión que forma parte el plan director.
El consejero también ha explicado que el actual Ejecutivo tuvo que hacer un nuevo Plan Funcional porque de los 47 millones de mayor inversión con los que cuenta su proyecto respecto al del anterior Gobierno del PP, 37 de ellos son para actividad asistencial, «no para jardines ni aparcamientos».
De igual modo, ha destacado que de esos 37 millones más de 2,6 son para asumir las cocinas, algo que tampoco estaban incluido en el proyecto de los ‘populares’. «Por lo tanto –ha insistido– no es el mismo proyecto porque hemos asumido los servicios que habían excluido para la concesión que el PP había previsto. Hemos asumido 311 trabajadores y además hacemos la obra de las cocinas», ha añadido.
Así las cosas, ha indicado que con este nuevo proyecto con el que se amplía el plazo previsto de obras de 14 a 24 meses al aumentar el espacio edificado en 23.000 metros, se reduce el plazo de explotación en el modelo de concesión de 30 a 26 meses.
Lo que no ha sabido determinar Fernández es el día en el que comenzarán las obras, pues ha dicho que ahora la empresa, tras la firma del nuevo contrato este martes, «está fijando la financiación». «No tiene día fijado para empezar. Nos han dicho que a partir del 3 de abril en cualquier momento», ha asegurado.