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Mensaje de Año Nuevo del Presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page

Mensaje de Año Nuevo del Presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page

31 de diciembre de 2016.-Alcalá de Júcar y Jorquera (Albacete)

A punto de acabar el año 2016 -un año intenso y difícil, a la par que hermoso y muy productivo en muchas cosas-, y a punto de comenzar 2017, doy las gracias a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, primero por escucharme; por permitir que me dirija a todos vosotros, a vuestra familias, a vuestros intereses, a vuestros sentimientos, a vuestro corazón.

Pero gracias sobre todo por este año en el que me he sentido muy acompañado, muy querido. Agradezco a tanta gente que me ha querido recibir, estar conmigo, empujar y, sobre todo, a quienes se han acercado a ayudar. También agradezco a quienes me pueden criticar como presidente; a quienes lo hacen con la intención sana, constructiva, de que en la crítica, vaya la mejor voluntad.

Con eso me quedo; con un año en el que ha empezado a volar Castilla-La Mancha; en el que hemos recuperado mucha de la autoestima perdida; en el que sabemos que, entre todos, vamos a llegar más lejos; y en el que se han empezado a poner los pilares y a asentarse las bases de una reconstrucción, de un renacimiento, de un crecimiento importante para nuestra tierra, como el que vivimos siglos atrás y en estas décadas de democracia.

Estamos en el corazón de España y tenemos a España en el corazón. Por ello, estando en el centro de España y siendo una región tan grande, tenemos que defender lo que somos. Recordando a Buero Vallejo en su centenario, en tiempos difíciles, en tiempos de crisis, está permitido dudar. Es lo inteligente; dudar qué hacer, pero no podemos permitirnos estarnos quietos. Hay que actuar, hay que trabajar, en muchos casos, repitiendo lo que fue un éxito para la sociedad de España y de Castilla-La Mancha.

No podemos dudar de lo que somos ni de quiénes somos. Somos parte de la nación más antigua de Europa; la más veterana. Somos depositarios de la cultura ahora más pujante, más potente de todo el mundo, el español, la cultura española; y somos un territorio que ha visto que, desde que tiene autonomía España, ha consolidado la sanidad, la educación, los servicios sociales y ha cambiado como nunca en su historia. Por eso, quiero que todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, independientemente de lo que piensen, tengan claro que su presidente, porque es la inmensa mayoría la que piensa como yo en esta tierra, va a defender y mucho la unidad de todos los españoles.

Es un aviso para la gente que quiere hacer gala del egoísmo. Y rechazo el egoísmo, y lo tendríamos hacer todos muy claramente, el egoísmo individual de aquel que quiere rapiñar; de aquel que quiere tener más que el resto en momentos en que se necesita de la solidaridad.

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Pero también rechazo el egoísmo de quienes territorialmente quieren ser más que otros.  España ha crecido mucho en los últimos años; lo ha hecho a pesar de la crisis pero lo ha hecho también en igualdad y eso no lo podemos olvidar. Y los que creemos en la igualdad, hoy estamos obligados más que nunca a defender la unidad. Unidad e igualdad van de la mano.

Este año también hemos celebrado magníficamente el IV Centenario de Cervantes; hemos ido a la cabeza en toda España y yo diría que en el mundo entero y no podía ser de otra manera; Cervantes, El Quijote es nuestra principal seña de identidad; nuestra principal marca en España y fuera de España. Y además nos permite presumir de españoles en esta cultura pujante. Y de Cervantes y de El Quijote he reaprendido una lección también este año con todos mis ciudadanos y ciudadanas: que lo verdaderamente importante es hacer las cosas juntos.

Unos pensamos de una manera y otros de otra, pero lo verdaderamente significativo, sobre todo cuando se gobierna, es intentar poner por delante lo que nos interesa a todos. Que lo que importe sea lo que interese a la colectividad; separar los intereses de partido –legítimos- o los intereses de una parte y sumar los del colectivo. Y eso, créanme, ha sido un empeño en este año.

No hay ninguna región en España que haya conseguido firmar tantos pactos, tantos acuerdos, con sindicatos, con empresarios, con multitud de colectivos… Puedo decir con tranquilidad que en los próximos años, la mejor manera que hemos tenido de despejar las dudas e incertidumbres, para fabricar esperanza, para fabricar optimismo, es ir de la mano. Y tenemos un auténtico Pacto Social en Castilla-La Mancha, por la recuperación de los servicios públicos; por la creación de empleo.

Ir de la mano con todos, incluso con aquellos que piensan de otra manera, nos da mucha fuerza. Fue así en el pasado; no siempre, pero desde luego, ha sido un empeño de este año.

Quiero agradecérselo a empresarios, a sindicatos, a comerciantes, a hosteleros, a agricultores, a ganaderos, a industriales de todo tipo, a asociaciones de vecinos, culturales, a la Iglesia, a tantas y tantas confesiones y creencias, que realmente se hayan puesto al lado del Gobierno para sumar. Ésa es una importante lección de El Quijote y es una lección que sirve para el día de hoy.

Hoy que hay tanto ruido y tanta gente que presume de ser radical, de insultar, -incluso parece que uno es más listo cuando insulta-, yo quiero decir lo contrario. Que la auténtica fortaleza, la auténtica firmeza y el coraje están en la moderación. Lo difícil es saber ceder y saber llegar a acuerdos.

Insultar y ser radical… eso lo sabe hacer cualquiera, pero con eso no se mejora ni la vida de la gente, ni siquiera la capacidad de uno. Por eso, sigamos en la vía de la moderación; del entendimiento; del pacto ciudadano. Tenemos ruta, tenemos el camino claro y tenemos meta.

Sé que, si las cosas no salen bien dentro de unos años, la responsabilidad será sobre todo del presidente, pero estoy convencido de que las cosas van a salir bien porque van a salir bien para la mayoría y no para unos pocos.

Cuando las cosas van muy bien a una sociedad, los gobernantes tenemos que escuchar y tenemos que hablar, que pactar… y cuando van mal o cuando son difíciles, como en estos años de crisis, hay que escuchar más y hablar más. Y por eso, tras un año escuchando y hablando con todo el mundo, puedo deciros de verdad y de corazón que hay motivos para la esperanza.

No para que nos engañemos, ni yo me quiero engañar. Todavía quedan cuestas y habrá que esforzarse mucho en superar el tiempo perdido. Pero, desde luego, tengo claro que cada vez hay más gente que quiere que las cosas vayan bien y, a todos ellos, les conmino a apuntarse a un proyecto que va más allá de ningún partido político y que nos une a todos; que es el de la reconstrucción y la recuperación económica; que crezcamos pero que también sepamos para qué crecer.

Estamos por encima de la media española en creación de empleo; hemos mejorado las exportaciones por encima de la media nacional; está bien y comportándose cada vez mejor el comercio minorista; el sector agroalimentario es puntero y va viento en popa; el turismo nos ha convertido en la primera de las plazas turística de interior de toda España… Tenemos motivos para creer en nosotros mismos, mejorar nuestra autoestima, nuestra confianza, y saber que, entre todos, avanzaremos.

Y lo vamos a hacer con la intención clara de reforzar la igualdad; la igualdad ante la salud, que ponerse malo sea solo un problema del tipo de enfermedad que hay que curar no de la tarjeta de crédito del usuario; que pueda estudiar todo el mundo y que no dependa del bolsillo de los padres; que podamos tener unos servicios sociales que atiendan a la gente que más lo necesita; que podamos decir que nadie se quede en la cuneta.

Para el año 2017, sobre todo, quiero que nadie se quede al margen. Que el crecimiento que tengamos con el esfuerzo de todos, se reparta para la gente que más lo necesita. Una sociedad como la española que ha crecido tanto, también en igualdad, no puede resignarse a que un 30 o 35% de nuestra ciudadanía esté en la cuneta; a que la gente joven, no tenga claro si va a vivir mejor que sus padres o mejor que sus abuelos. El progreso, la recuperación consiste en eso; en vivir los que vienen detrás mejor que nosotros mismos.

En conseguir más igualdad, más solidaridad y ése es el empeño al que quiero llamar a todo el mundo para el año que viene.

Una mejor sanidad, va mejorando; una mejor educación y para todos; los mejores servicios sociales de toda España, de los que hemos presumido tantos años y sobre todo y fundamentalmente más empleo. Un total de 44.000 parados menos al acabar este año es un motivo para saber que el año que viene, tenemos que doblarlo.

Les deseo que se sumen al proyecto de Castilla-La Mancha; al proyecto de todos.

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