En la víspera del Día Mundial del Agua, UNICEF dijo que el esfuerzo para llevar agua potable a millones de personas en todo el mundo va a ser aún más problemático debido al cambio climático, que amenaza el abastecimiento de agua y la seguridad del agua para millones de niños que viven en zonas propensas a sequías o inundaciones.
En 2015, al final de la época de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 663 millones de personas en el mundo carecían de agua potable de fuentes mejoradas, que se supone que separan el agua del contacto con la excreta. Sin embargo, los datos procedentes de la nueva tecnología disponible para hacer pruebas indican que unos 1.800 millones de personas podrían estar bebiendo agua contaminada por la bacteria e-coli incluso de algunas fuentes mejoradas. La presencia de la bacteria e-coli revela la existencia de materia fecal en el agua.
“Ahora que podemos realizar pruebas del agua más baratas y eficientes de lo que éramos capaces de hacer cuando se fijaron los ODM, estamos llegando a un acuerdo sobre la magnitud del desafío que enfrenta el mundo cuando se trata del agua potable”, dijo Sanjay Wijeserkera, Director de los programas mundiales de agua, saneamiento e higiene de UNICEF. “Ahora que los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible promueven el abastecimiento de agua ‘potable’ para todos, no se trata de que estemos empezando a partir de los resultados de los ODM; se trata de un partido totalmente nuevo”.
Uno de los principales factores que contribuyen a la contaminación fecal del agua es un saneamiento deficiente. A escala mundial, 2.400 millones de personas carecen de retretes adecuados y casi 1.000 millones defecan al aire libre. Esto significa que las heces pueden estar tan omnipresentes en muchos países y comunidades que incluso algunas fuentes de agua mejoradas se contaminan.
Las preocupaciones sobre la seguridad del agua están aumentando debido al cambio climático.
Cuando el agua escasea durante las sequías, las poblaciones recurren a agua superficial contaminada. En el otro extremo de la escala, las inundaciones dañan las instalaciones de tratamiento y depuración del agua, y propagan las heces, lo que muy a menudo genera un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la diarrea.
Las altas temperaturas causadas por el cambio climático aumentan también la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua como el paludismo, el dengue y ahora el Zika, a medida que se incrementan las poblaciones de mosquitos y se amplía su alcance geográfico.
Según UNICEF, los más vulnerables son los casi 160 millones de niños menores de 5 años a nivel mundial que viven en zonas de alto riesgo de sequía. Alrededor de 500 millones viven en zonas de inundaciones. La mayoría de ellos viven en el África subsahariana y en Asia.
A partir del Día Mundial del Agua y hasta la firma del acuerdo de París el 22 de abril, UNICEF ha iniciado una campaña mundial en Instagram para crear conciencia sobre el vínculo entre el agua, el medio ambiente y el cambio climático.
UNICEF también está respondiendo a los desafíos del cambio climático centrándose en la reducción del riesgo de desastres para los suministros de agua. Por ejemplo:
- Casi 20.000 niños en Bangladesh tienen ahora acceso a fuentes de agua que resisten al clima y al desastre por medio de un sistema de recarga de los acuíferos que captura el agua durante la temporada de monzones, la purifica y la almacena bajo tierra.
- En Madagascar, UNICEF está ayudando a las autoridades locales a construir aulas a prueba de ciclones e inundaciones para 80.000 niños, y a proporcionar acceso a fuentes de agua resistentes a los desastres.
- En Kiribati, una zona propensa a la sequía, las nuevas instalaciones de almacenamiento y recolección de agua de lluvia están mejorando el acceso de las comunidades al agua potable.
En una reciente publicación, A menos que actuemos ahora, UNICEF ha propuesto un programa climático de 10 puntos para los niños. En él se describen medidas concretas para los gobiernos, el sector privado y los ciudadanos, orientadas a salvaguardar el futuro de los niños y sus derechos.
UNICEF Castilla la Mancha