Dentro de los actos organizados por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Tomelloso para conmemorar el 30 aniversario del Museo López Torres, la sala de exposiciones de la pinacoteca colgará hasta el 15 de mayo una muestra pictórica del artista valdepeñero Miguel Navarro. Miguel Navarro Sánchez fue alumno y amigo y es admirador de López Torres. El artista aprovechó la inauguración de la retrospectiva para donar un retrato de López Torres al museo y por ende, a la ciudad de Tomelloso.
El artista Pepe Carretero, que presentó la inauguración dijo que le unían 33 años de amistad con Miguel Navarro —que aunque nacido en Valdepeñas es de padre tomellosero—, abonados de admiración “que es una forma de querer”. Navarro era director de los Cursos de Arte de la Fundación Cultural de La Mancha “que a muchos jóvenes como yo nos sirvieron para suplir nuestros estudios de Bellas Artes”, pudiendo conocer, de primera mano, los mejores pintores del momento como López Torres, López García, Villaseñor y otros. Carretero aprovecho la presentación para pedir a la nueva corporación cursos de pintura en Tomelloso y un director para el Museo López Torres. De Miguel habla su obra expuesta, señalaba, explicó que el artista lo “navarriza” todo; que es tozudo y está convencido de que sus ideas las ha rumiado de sus adentros. Pepe Carretero dijo que eso solo lo había conocido en dos manchegos más, Eladio Cabañero y Paco Nieva: los tres tiene unas ideas propias, invariables en el tiempo.
La obra del Miguel Navarro, explicaba Carretero, viene del expresionismo alemán a un realismo lírico, lleno de autenticidad y bondad, un claro ejemplo como es él. Miguel Navarro, dijo Pepe Carretero, nos regala un cuadro de López Torres y unas cartas para que queden en este museo “si alguna vez se puede pedir más”.
Navarro dio las gracias al Ayuntamiento de Tomelloso por la invitación a la celebración del 30 aniversario del museo de quien fue maestro y, sobre todo, gran amigo. “Un pintor ejemplar y maravilloso; irrepetible”, subrayó Navarro, “los pasitos que el daba, nos los dio nadie ni los ha vuelto a dar nadie”. Reiteró que López Torres era un pintor excepcional y una persona maravillosa. En este contexto, navarro dijo sentir maravillado de estar “en la casa soñada”, el museo lo tenía en el alma. El que fuera alcalde de Ciudad Real, Lorenzo Selas, tiene unas cartas en las que López Torres muestra su deseo de que el cuadro de los borricos sea transferido a esta pinacoteca, explicaba Navarro. Cabe soñar que algún día el Ayuntamiento de Ciudad Real lo deje temporalmente a este museo. Anunció que Selas tiene intención de donar las cartas al Museo López Torres. Con respecto a retrato de su maestro aseveró que lo donaba al museo porque “le gusta que esté en Tomelloso”.
El concejal de Cultura, Raúl Zatón, que cerró el acto de inauguración, dio las gracias a Navarro por traer “estas magníficas pinturas” a este museo del que celebramos el 30 aniversario. Es un honor que este gran amigo de López Torres exponga sus obras en este marco incomparable y es de agradecer que el retrato de López Torres lo done al museo y a la ciudad de Tomelloso. Zatón glosó la figura de Navarro, un gran pintor, que ha estado con los más grandes, no solo en España, sino en todo el mundo y que, por fin, podemos disfrutar en Tomelloso de su obra.
