Este miércoles, coincidiendo con el día de San Juan de la Cruz, patrón de los poetas que escriben en español, la Asociación Cultural Literaria “La Media Fanega” celebró su tertulia número 1.000. Un día antes, el martes 13, este colectivo cumplió 23 años de amor y reverencia hacia la literatura y la cultura.
La Asociación Cultural Literaria “La Media Fanega” está formada por 25 miembros que se reúnen todos los miércoles en una tertulia en torno a la poesía y la literatura. En ellas leen y ponen en común los textos de cada uno, aportando todos sus opiniones, consejos e ideas, tal y como nos explicó Mari Moreno, presidenta de la Asociación.
Una efeméride tan importante como llegar a las 1.000 tertulias fue celebrada con un almuerzo en un conocido restaurante de Tomelloso. Después, a la hora convenida, en la sede que la “Media Fanega” tiene en el Centro de Mayores de Tomelloso, tuvo lugar la milésima tertulia con este periódico como invitado.
Asisten (calculamos) más de una docena de personas, el secretario, Pedro López-Ortega, da lectura al acta número 999, correspondiente a la reunión noningentésima nonagésima novena de la “Media Fanega”. Tras la conformidad de los presentes, el propio Pedro lee dos sonetos, escritos con una soberbia caligrafía. Uno dedicado a la Media Fanega, el otro, a Fuensanta.
Pedro es el eterno secretario de la asociación. El editorial de la revista número 62 (la asociación edita una publicación que se llama “La Media Fanega”), la correspondiente a la Navidad del 2016. Ahí, en ese lugar tan señalado, los miembros de la asociación le reconocen las 1.000 actas realizadas e interpretando los trabajos de los componentes con sensibilidad.
Faustina lee su poema “Madrid en verso”, en el que relata su estancia de una semana en la capital de las Españas sin hacer nada de lo que a la señora le hubiese gustado hacer. Diciembre es para José Cruz García un mes que necesita un homenaje y eso hace por medio de su prosa. Eusebio Luna lee un poema navideño, “Obsequio de navidad”, al que contrapone un soneto dedicado a un familiar recientemente fallecido. Emiliana Navarro declamó una poesía, “Aquella mañana” y Evaristo Ortiz leyó un texto, en prosa, moralizante en cierta medida, “Las apariencias”.
Hay otra invitada a la reunión, Mari Carmen Navarro, a la que convidan a leer alguno de sus trabajos. Busca en el móvil y declama “Ya huele a Navidad”. Otra María del Carmen, en este caso López y miembro de la asociación lee su homenaje al secretario milenario “Para Pedro López”. María Moreno, la presidenta de la “Media Fanega”, recita “¿Sabes corazón?”. Pilar Valentín declama uno de sus últimos trabajos “A un tronco seco” y remata con un poema de su libro “Pasión y poesía con P de Pilar”, el titulado “Tengo el alma envenenada”. “Muy bonito”, dice Pedro López y pide a la autora que se lo dedique. Y Pilar lo hace.
Son, comentan, nada menos que 1.000 tardes hablando de literatura, “desnudando nuestra alma”. La verdad es que se les nota un poco tristes, a pesar del cumple tertulias: no se volverán a reunir hasta después de las fiestas. “Escribes lo que realmente sientes”, asegura una de las presentes. Recuerdan que el miércoles es, como decimos, la celebración de San Juan de la Cruz, el patrón de la poesía y Pilar Valentín lee “Llama de amor viva” —nada menos—.
La charla se va diluyendo, Mari Moreno nos cuenta, que las tertulias son muy enriquecedoras, “pasamos unas tardes muy agradables” en las que cada uno presenta sus trabajos al resto. Reunirse un grupo de personas en torno a la literatura es, para la presidenta de la asociación, “la mejor opción que se puede coger”.
Nos muestran, generosamente, la primera de las revistas editadas por la asociación. Tiene todo el candor de su tipografía y la inocencia de un fanzine estudiantil. En el archivo, arriba, está el objeto que da nombre a la tertulia, una media fanega brillante, como la proa de un barco que ha surcado 1.000 travesías llevando a la palabra como mascarón de proa.