El salón de actos del Instituto “Francisco García Pavón” fue el marco elegido por la Asociación Cultural “Alto Guadiana” para poner en escena su “espectáculo de variedades” (como lo definió el presentador) Tomelloso en el corazón.
Presentado por el incombustible José Luis Albiñana, Pona, el acto, además de rendir homenaje a Tomelloso, sirvió para celebrar, por todo lo alto, el décimo aniversario de esta asociación (Alto Guadiana). Con tan solo 10 años de vida, dijo Pona en la presentación, han hecho infinidad de cosas, reivindicar el patrimonio de la ciudad, charlas, visitas, guiadas, conferencias, homenajes —como el realizado al propio Albiñana el pasado año— y acababan el año con un espectáculo de variedades.
Al contrario de en las Bodas de Caná, el mejor vino lo sirvieron al principio. José María Madrigal leyó uno de los cuentos más famosos de García Pavón. El entierro del ciego, nada menos, en el relato está condesada toda la grandeza de la escritura pavoniana y Madrigal supo darle el toque desenfadado y pillo que requería.
A continuación, Raúl Hurtado, ofreció al respetable unas piezas al piano. De Yiruma interpretó River Flows in You y Kiss the rain, continuó con A Thousand Years de Christina Perri. Acabó la sección con Hugo Martínez a la trompeta, acompañado por Hurtado, interpretando My Way.
Los Canuthi más mediáticos, Jesús Andújar, Zoilo González y Ángel Morales, relataron a la concurrencia su reciente viaje a los Estados Unidos de América, a Nueva York, concretamente, donde acudieron a observar el desarrollo de los recientes comicios presidenciales. Aprovecharon el viaje —y así nos lo contaron entre las carcajadas del respetable— para conocer al presidente electo de aquella república, Donald Trump.
Volvió la música, en este caso el flamenco, con Jesús Romero al cante y Alejandro Lozano a la guitarra. Interpretaron fandangos de Huelva, bamberas, un fandango de Navidad y acabaron con la ya famosa milonga compuesta por Jesús Madrigal en la que se repasan todas las personalidades culturales de Tomelloso.
El acto acabó con el discurso del presidente de la Asociación, Emiliano Morales, que recordó los orígenes de este colectivo que sigue fiel a su fin, “la promoción de nuestro pueblo y sus gentes”. Morales señaló que en Tomelloso existe muchas asociaciones y, como seña de identidad de nuestra ciudad, muy independientes. “Particularmente echo de menos la colaboración entre ellas, para poner más en valor la calidad que atesoran. Debemos reflexionar y colaborar para ensalzar el nombre de nuestro pueblo, porque todos, estoy seguro, llevamos a Tomelloso en el corazón”, dijo para acabar.
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