La Plaza de España fue de nuevo el marco elegido por la Unión Musical “Ciudad de Tomelloso” para ofrecer su ya tradicional Concierto de Feria. No se equivocó el director de la banda, Felipe Vicente Manresa durante la presentación del recital, fue una velada musical amena, divertida, que nos metió, a golpe de música, en la Feria y Fiestas que ya se presiente. Hubo pasodobles, género chico y música de siempre; alguna sorpresa musical y emociones en los bises. La formación, dirigida por Vicente, ejecutó el programa con solvencia cosechando los aplausos del numeroso público que acudió a la plaza.
Como es tradicional, la Unión Musical Ciudad de Tomelloso entró en la Plaza de España desfilando a ritmo, en esta ocasión, del pasodoble Centenario de “El Litro” de Manuel Carrascosa. Una vez subidos en el escenario los músicos atacaron la primera parte del concierto dedicada a los pasodobles. “Pérez Barceló” fue el primero, una pieza festera de Bernabé Sanchís. La ineludible “Concha flamenca” de Artola, que hizo que se luciesen los solistas dio paso a un pasodoble taurino “La Puerta Grande” de Elvira Checa. Los acordes festivos de los pasodobles animaron al respetable.
El segundo tercio estuvo dedicado al género chico. La primera pieza interpretada fue el Preludio de “El Bateo”, la famosísima zarzuela de Chueca, esa en la que Wamba pronostica que el día menos pensado pasa una barbaridad. La Danza del Fuego de la opereta “Benamor” de Pablo Luna puso, con sus remembranzas orientales, el fin a esta parte.
La sección final se titulaba Musica para el recuerdo. Y empezó con un medley de ABBA. Dancing Queen, Mamma mia, Fernando y The winner takes it all, hicieron que el público se contonease en sus asientos. La soberbia interpretación de los standars del grupo sueco por la banda tenía algo de ingenuo, de verbena. Y siguió la sorpresa de la noche “Santana a portrait” un popurrí con las piezas más famosa del mexicano, Corazón espinado, Oye como va o Europa. Actuó como solista Tacha Olmedo, colaborador de este periódico, que ejecutó los rasgueos, punteos y riffs de los celebérrimos temas de Carlos Santana, recibiendo su buen hacer una gran ovación. El broche de oro a esta parte la puso el Vals número 2 de Dimitri Shostakovich, una pieza emblemática para Felipe Vicente Manresa. No en vano el director ha compuesto recientemente su primera Obertura para banda titulada Shostakovichiana.
El concierto acabó con dos bises. La primera de las propinas fue la marcha mora “Sisco”, de Daniel Ferrero, que Felipe Vicente Manresa dedicó emocionado a sus padres que están atravesando un mal momento, que desde aquí deseamos que dure poco. El concierto acabó con el Himno a Tomelloso de Pedro Echevarría.
Como decíamos, el público premió a la banda con una gran ovación.
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