Gracias al buen hacer de los servicios técnicos del Teatro Municipal y a la generosidad del artista conseguimos acceder al camerino de Rafael Álvarez un rato antes de la representación en Tomelloso de “Misterios del Quijote”. Dejamos atrás, enseguida, nuestras iniciales prevenciones y El Brujo se nos muestra simpático y cercano «tutéame, por favor». Se alegra mucho cuando le dicen que está, a más de una hora de levantar el telón, prácticamente todo el papel vendido. Hablamos, sobre todo, del teatro.
El Brujo va a estar de con Misterios del Quijote «hasta final de año». Para la primavera, nos adelantó «voy a preparar un nuevo espectáculo, en este caso sobre el yoga». Ante nuestra extrañeza nos explica que «no hay tanta distancia con el Quijote y Cervantes. No se trata del yoga físico, llamado hatha yoga, sino de espiritual, del raja yoga o meditación. Se trata de una visión del mundo que no difiere tanto de la que Cervantes plasma en el Quijote», que por supuesto tienen que ver mucho con los místicos del Siglo de Oro.
El Quijote es muy real aquí
Rafael Álvarez viene a representar “Misterios del Quijote” a La Mancha, donde hemos interiorizado al personaje y le hemos dados visos de realidad. «El Quijote es muy real aquí, vive mucho en el inconsciente del manchego. Es un mito cultural que tiene una fuerza de impacto considerable».
El Quijote «es una enciclopedia del conocimiento antiguo. Un libro lleno de claves esotéricas de insinuaciones poéticas, de filosofía del barroco acerca de la existencia. Es una novela de una belleza plástica tremenda en su narración, sobre todo en la segunda parte. El Quijote es una gran obra, pero es el gran desconocido de la cultura española ». Todos los centenarios se hacen para «aprovecharse del Quijote, como logo, como empresa… pero no se hace una labor de enseñarlo en los colegios». En Italia hay tres años de Divina Comedia, nos contaba, en Secundaria «aquí se debería estudiar El Quijote en las escuelas, con especialistas». En el Quijote está «la filosofía, la sabiduría, el conocimiento, la cultura, la elevación y el refinamiento que adquiriría mucha gente».
Recordamos con el artista que el inauguró el teatro donde nos encontramos, en el 2003 y que anteriormente actuó en Tomelloso, en el Auditorio del Museo López Torres. Nos cuenta que «tengo buenos recuerdos de mi paso por aquí, de mi contacto con el público de Tomelloso. Mis recuerdos de Tomelloso son breves pero teatralmente muy positivos».
Paco Nieva
Y claro, hablando de La Mancha sale el recuerdo de Paco Nieva, recientemente fallecido. «Lo conocí cuando yo era muy joven. Era profesor de la Escuela de Arte Dramático y estuvo viendo el montaje de “El horroroso crimen de Peñaranda del Campo” que hice con José Luis Alonso y Nieva ya era un gran maestro respetado por todos. Tengo el gran recuerdo de considerarlo muy grande desde que llegué. Paco Nieva tenía una gran dimensión en la literatura dramática y en la escenografía. Era un artista con muchas ramas».
El teatro ha quedado totalmente devastado
El Brujo, nos cuenta, ha buscado una manera de hacer teatro «que es la adecuada a mi exigencia, a mi visión del teatro y de la vida y a la necesidad de sobrevivir. Con todo eso he tenido que formar un paquete para poder vivir en el teatro». Si antes de la crisis era difícil vivir de la escena «después de la crisis el teatro ha quedado totalmente devastado». En ese sentido nos contó que José Pedro Carrión, un gran actor de la generación de Álvarez, «se retira y lo hace porque también el público se ha retirado del teatro». Existen excepciones como «que hoy en Tomelloso hay setecientas personas» pero hay que tener en cuenta que una entrada que en Madrid se vendía hace cinco o seis años a 25 euros «ahora se venden a la mitad. Y sobre esa mitad se le aplica un 21 por ciento de IVA». Todo eso es insostenible para las compañías que empiezan, «yo tengo suerte, tengo el teatro lleno y estoy solo, voy con un técnico. Además, tengo una carrera sólidamente cimentada por muchos años de trabajo». Aseguraba que «el daño que le ha hecho al teatro está política cultural del IVA al 21 por ciento es absolutamente incompresible y devastadora». Pero, para El Brujo, «lo más triste es que la sociedad lo ha permitido».
El artista dice que ha logrado conectar con el público, a pesar de la crítica, «hay mucha ignorancia vestida de pedantería y seudocultura; poca sencillez y poco corazón. En el prólogo del Quijote Cervantes ya se cachondea de los críticos que sabe que no le van a entender y de los pedantes que sabe que lo van a poner a caldo». ¿Por qué?, «porque el mal endémico de nuestro país es la envidia».