Verum significa verdadero, y bajo ese concepto, la verdad de la tierra y de la vid, trabaja desde que pusiera su primer vino en el mercado. Desde el inicio se trabajó bajo el concepto y premisas de cultivo ecológico consiguiendo la certificación en la cosecha 2013. Hoy suman un nuevo proyecto de recuperación de tradiciones en el laboreo de la tierra y de la vid, seleccionando una parcela de entre las más viejas de la familia, plantada en vaso de la variedad tempranillo para homenajear a aquellos que convirtieron a Tomelloso en una potencia vitivinícola.
Al mismo tiempo, intentan transmitir estos valores de respeto al medio ambiente, sacrificio y esfuerzo a las nuevas generaciones de la familia, a aquellos que en un futuro tomarán las riendas de la bodega.
Esta parcela en el paraje de los Arcángeles será trabajada como antaño lo hicieran los “gañanes” de nuestra tierra. Un proyecto que es posible gracias a la colaboración de asociaciones de carreros de Tomelloso (muleros), un grupo de personas que con gran sacrificio mantienen las tradiciones ligadas a la agricultura y con ello al cuidado y preservación de las mulas, animales nobles y fuertes que fueron imprescindibles en otra época y que hoy, de no ser por estas personas y proyectos, estarían abocadas a la extinción