Durante este fin de semana Tomelloso ha celebrado las II Jornadas patrimoniales y Culturales que giraron en torno al tren y a la destilación. En esta edición, organizada por el Ayuntamiento y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Tomelloso y Argamasilla (AAFTA), se habló de la importancia del ferrocarril en el desarrollo de la industria alcoholera y destiladora de Tomelloso y los orígenes de esas actividades. Además, se puso de manifiesto la vigencia y viabilidad de la conexión ferroviaria de Tomelloso y Argamasilla de Alba.
La Jornadas echaron a andar el viernes en el mejor lugar posible para celebrarlas, según explicaba el presidente de AAFTA, Carlos Quintanar, la antigua estación de tren. Quintanar, quien dio las gracias al Ayuntamiento de Tomelloso por la organización, defendió que uno de los objetivos de las jornadas es que la ciudadanía tenga al tren como algo presente y que Tomelloso pueda algún día conseguirlo.
El concejal de Patrimonio Fran Barato, explicó que las jornadas son una apuesta del equipo de gobierno por explicar cada año la historia, a través del patrimonio enorme de nuestra ciudad. Las Jornadas tenían que celebrarse en la estación lo que permitirá, dijo el concejal, que muchos vecinos jóvenes puedan visitar un edificio tan emblemático para nuestra ciudad. Las II Jornadas Patrimoniales y Culturales propician mantener viva la reivindicación del ferrocarril en Tomelloso, aseveró Barato, señalando que desde el Ayuntamiento se va a apostar por ello. Así recordó que se espera la respuesta de Fomento al estudió remitido.
La jornada inaugural consistió en la puesta en marcha de una maqueta de la estación de Tomelloso y la línea de Cinco Casas de Jesús Parra. Este entusiasta del modelismo ferroviario explicó las peculiaridades del ramal, construido gracias al empeño de Francisco Martínez Ramírez, “El Obrero”, que estuvo funcionando desde 1914 a 1970. La maqueta se pudo visitar durante los tres días de las jornadas, complementada con fotografías y documentación del pasado ferroviario de Tomelloso, además del tornillo inaugural de la línea.
El tren llegó a Tomelloso en silencio y con ropa de trabajo
El sábado el precioso salón de actos de la estación —uno de los, a nuestro juicio, mejores auditorios de Tomelloso— acogía una conferencia en torno al tren y a la destilación. Unas escasas veinte personas (siendo optimistas) escucharon las intervenciones de Carlos Quintanar, presidente de AAFTA, Martín Ruiz, de la Plataforma Ciudadana de Tomelloso y el experto ferroviario Miguel Novillo.
Quintanar durante su intervención estableció un paralelismo (justo y necesario) entre el ferrocarril, el Obrero y la vitivinicultura en Tomelloso. Arrancó su exposición en los orígenes de Tomelloso y fue avanzando hasta el siglo XIX, una de las primeras encrucijadas con las que se encontró la ciudad. En 1853 se hizo el primer intento, fallido, de conexión de la entonces villa a las grandes líneas que se estaban trazando. Al mismo tiempo se producía el despegue vitícola de la ciudad y el nacimiento de la destilación como optimización del transporte. Así, gracias al empeño de El Obrero, en 1914 se inaugura la línea Tomelloso-Cinco Casas de 19,250 km. El tren, dijo Quintanar, “vino a Tomelloso en silencio y en ropa de trabajo”.
El orador repasó los 56 años de la línea, sus locomotoras, los talleres de INVATRA, fabricantes de foudres, el ocaso de la línea, su cierre en 1970 y la llegada del último tren en 1987. Quintanar hizo un somero recorrido por la incipiente Asociación de Amigos del Ferrocarril de Tomelloso y Argamasilla de Alba. Explicó que existe un proyecto en la ciudad, “La Destiladora”, de museo de la destilación y el ferrocarril.
“No pedimos solo el tren, pedimos ser iguales que los demás”
Martín Ruiz, vehemente y reivindicativo desde el primer momento, aseguró que con la exigencia del ferrocarril “no pedimos solo el tren, pedimos ser iguales que los demás”. Aseguró que Tomelloso es una ciudad invisible para los medios de comunicación nacionales, de hecho, en la ciudad no hay ninguno. A través de los titulares sobre la presencia de las principales localidades de Ciudad Real en la feria IMEX coligió que a “Tomelloso le falta el tren y el apoyo de la Junta y la Diputación”.
Ruiz continuó su intervención defendiendo las bondades del transporte ferroviario frente a la carretera, señalando que según la UE, en 2045 el 50 por ciento del transporte de Europa debe ser por tren. Aseguró que las comunidades pueden asumir competencias en la líneas que transcurran por su territorio, como es el caso de la conexión que reclaman Tomelloso y Argamasilla, por ello solicitó el apoyo de la Junta, haciendo gestiones, elaborando el estudio expropiando, si llega el caso, para darle a Fomento el asunto resulto. Aseguró, en otro pasaje de su charla, que Tomelloso ya está internacionalizada, necesita ser nacional. Estamos, una vez más, en una encrucijada, “Tomelloso necesita un revulsivo”, ya sea una gran empresa o el ferrocarril, ya que la ciudad pierde población.
El tren es técnica y económicamente viable
Miguel Novillo comenzó su charla bajo la premisa de que “no podemos estar siempre lamentándonos”. Retrocedió en el tiempo para explicar que el AVE que se solicitaba en Tomelloso (la incorporación a la línea Madrid-Jaén) no era el de Sevilla. Novillo aseguró que entonces, en el 2001 era el momento ideal, pero que lo que parecía razonable —la incorporación de Tomelloso— no se hizo. Por el contrario, se sacó a concurso el tramo Alcázar-Manzanares, lo que dejó a nuestra ciudad fuera. Para Novillo se hizo algo terrible, arrancar una vía y construir otra igual, al lado, “dilapidar el dinero”, en definitiva. Y al final, para nada, un capricho, dijo.
Ahora estamos de nuevo ante la posibilidad de tener tren, “el siguiente pasa dentro de 100 años”. El proyecto presentado recientemente vuelve a la opción de El Obrero, empalme en Cinco-Casas y en Socuéllamos. Miguel Novillo describió el nuevo proyecto y sus ventajas para concluir que es técnica y económicamente viable. Depende de una decisión política, dijo, por tanto hay que pasar a la acción y exigirlo. Esa reclamación debe ir más allá de la pugna política. Aseguró que la estación en Tomelloso-Argamasilla beneficiará a nuestros vecinos, especialmente a Alcázar de San Juan que debe ser nuestro aliado en esta reivindicación. Acabó mostrando su percepción (“ojalá y me equivoque”) de que las alegaciones presentadas al PITVI van a ser rechazadas.
La casa del Gallego, el origen de la industria vitivinícola
El domingo, Clara López Cantos, habló sobre uno de los inmuebles más antiguos y emblemáticos de la ciudad de Tomelloso, la casa del Gallego. Expuso el trabajo realizado para un máster en patrimonio en el que Clara López llevó a cabo una importante labor investigadora que sirvió para solicitar la conservación del edificio. El interés por la casa le surgió a partir de las reivindicaciones de Manuel Patón, explicó López, y con su ayuda y la de Juan Segura conoció el inmueble y su historia.
La intervención de Clara López Cantos fue más desde el aspecto histórico y de leyenda. En la Casa del Gallego (en la que se cruzan varias leyendas) es el origen de la industria vitivinícola de la ciudad de Tomelloso. Clara destacó la convivencia existente en el inmueble, perteneciente a la burguesía, pero dentro de la casa, dijo, había viviendas para los sirvientes y trabajadores. Ahí se entrecruzan varias historias legendarias, no se sabe si ciertas, que al final es lo que queda de Tomelloso.