El Mago JoQuer sonríe, mucho, habla deprisa, con vehemencia, pero no muy alto. Es un apasionado de su oficio. Insultantemente joven, lleva casi toda la vida dedicado al espectáculo. Repasamos sus comienzo, sus vivencias en ese mundo de ilusión, nos confiesa que se siente muy feliz con los espectáculos benéficos y que la magia, lejos de lo que se pueda pensar, necesita estudio y tesón.
Detrás del Mago JoQuer está el tomellosero Fernando Salgado, de 20 años. Lleva desde los 9 añitos dedicado a la magia. Sus inicios en el complicado mundo del ilusionismo fueron difíciles «íbamos a formar un grupo de magos entre varios amigos del barrio, para sacarnos unos céntimos actuando delante a las vecinitas. A mí no me admitieron, por patoso». Frustrado y triste llegó a casa, les contó a sus padres el caso y éstos, a los pocos días «me compraron una Magia Borrás». Cuando se la entregaron «la cogí con entusiasmo, me pasaba días enteros en mi habitación practicando, hasta que llego el 11 junio en que me estrene como mago. He de confesar que hice una actuación pésima». Pero ya se sabe cómo son los padres y familiares, lejos de enmendarle la plana aplaudieron a rabiar pero a Fernando aquello «me sentó mal, sabía que no eran sinceros». Llegó a la conclusión (con 9 años, recordemos) de que la sinceridad estaría en «la gente que no me conoce». De esa manera, al día siguiente «el domingo 12 de junio de 2005» se fue a una heladería de la Avda. Antonio Huertas «y me lancé por las mesas de la terraza». Y con una mochila al hombro recorrió los locales de la zona, con muchas críticas y muchas cosas positivas de tal forma que «el Mago JoQuer nacio de toda la gente que me vio y me apoyó». Esas críticas de los espectadores «me han venido bien cuando he leído teoría y he ensayado a los grandes magos». Gracias a actuar en los bares y terrazas —que muchas veces hacía a escondidas— le ha venido bien para relacionarse «he madurado con más rapidez y me ha dado mucha confianza en mí mismo».
Conoció, nos contaba, al dueño de un bar que le gustaba la magia, de hecho fue mago aficionado y tenía algunas cosas «me regaló un libro, “Esto es magia” de Alfonso Moliné, que aún conservo». Empezó a innovar, a crear y a partir de ahí «me fui interesando más, comprando artilugios y fui conociendo a muchos magos que me han apoyado». De Tomelloso, incluso «tengo que agradecerles mucho y les mando un saludo a Albert, a Roger, a Fred Norman y a mi amigo, al que debo mucho, el cartomago Jero». Nos confiesa que no ha asistido a ninguna academia «soy autodidacta, el que quiera aprender debe estudiar mucho». También ha conocido a muchos magos que le han influenciado «Pepe Carrol, Arturo Ascanio o Juan Tamarit. Intento construir con su forma de pensar y estructurar la magia». Aunque a día de hoy tiene un espectáculo de magia de escena, JoQuer se inclina más por la cartomagia «magia de cerca en la que con una simple baraja haces cualquier cosa».
Formó parte del dúo Magos Irish Red «no sabíamos lo que significaba el nombre, pero en inglés sonaba muy bien». Una vez desecha la entente, hace unos 5 años, el Mago JoQuer se quiso profesionalizar más «dejé de hacer magia por las calles y monté un espectáculo “No es cuestión de edades”, el primero completamente mío, que estrené en Manzanares». Hace dos años estreno en Alicante “The magic of The JoQuer” «que fue un puntazo para mí». Además, viaja con frecuencia a Madrid a ver espectáculos y conferencias de «genios de la magia» y donde «me llaman ahí voy».
Siempre se está aprendiendo magia, nos contaba «cada día tienes que sacar cosas nuevas. Conforme vas llenando tu mente de concepción mágica, de psicología, te vas colmado de más información. Todos los días aprendes algo nuevo». La creación mágica consiste en «versionar juegos que ya son clásicos». Para nosotros, le contamos, la magia es algo dificilísimo, pero para el mago no tanto, asegura «el que la sigue la consigue». Solo se trata, dice «de leer, estudiar y saber que quieres. Ponerte frente al espejo y preguntarte qué soy y qué quiero ser». Como Fernando quiso ser cartomago «estudia la psicología, teoría y concepción mágica de los principales magos de esa especialidad».
Le ha costado mucho llegar dónde está «nadie me ha enseñado». También ha recibido muchos consejos «de los magos de Tomelloso, que les debo un montón», además de críticas constructivas. Su familia ha asumido el hecho de que se dedique al espectáculo «lo asumieron, aunque al principio les costó mucho. Tenían el temor de que fuese algo pasajero, pero cuando pasaron los años y yo seguía se alegraron por mí».
Metidos en cuestiones más prosaicas le trasladamos nuestro interés por saber si se puede vivir de la magia «sí. Hay magos que viven de esto. Esa es mi ilusión, vivir de lo que gusta y me apasiona que es la magia». Habla rápido, con vehemencia, sonriente e ilusionado, se lo hacemos notar «la magia es mi pasión».
Tomelloso, nos contó, se ha portado muy bien con el Mago JoQuer «aquí nacieron mis primeras galas, en El Pipo, La Comedia… Se han portado muy bien, los dueños de los locales, el público… Tengo muy buenos recuerdos de mis primeras actuaciones, que es lo que me hace, en el día a día, seguir adelante y no pararme».
El próximo “bolo” del Mago JoQuer va a ser en Manzanares. «Estoy muy contento de ir, Manzanares, al igual que Tomelloso, se ha portado muy bien conmigo. Es el segundo pueblo que más actuaciones me ha dado». Es por ello que «doy muchas gracias a la gente de Manzanares». Nos adelanta que está preparando un espectáculo, que aúna la magia y la música que va a sorprender. No es condición sine qua non la chistera «no, no llevo, la suelo guardar, aunque sea el icono de los magos».
Fernando quiere ser agradecido «he tenido la suerte de conocer a los mejores magos de España. Me enorgullece mucho que todos los compañeros sean tan amables y cercanos conmigo. En este mundo somos todos una piña».
Se siente muy acogido por sus compañeros magos. Asegura que «le gustan muchos las galas benéficas. Siempre que llaman estoy allí, quiero ayudar a quienes lo necesitan y que con muy poco los haces felices. Sus agradecimientos son muy especiales, te marcan un antes y un después». En ese sentido, asegura quiere actuar en el Hospital 12 de octubre para que los niños con ´cáncer puedan disfrutar de su magia «a los ancianos, a los niños con discapacidad». Se muestra muy orgulloso de haber participado en la velada de monólogos de Nuevas Generaciones de Tomelloso a beneficio de Cáritas.
El Mago JoQuer acaba la entrevista de la mejor manera que podría hacerlo, con magia. Nos hace dos juegos, magistrales, con cartas de póker; nos deja verdaderamente epatados. La magia existe.