El proyecto de rehabilitación de la conocida como Casa del Gallego ya está en marcha al haberse iniciado esta semana la primera actuación encaminada a conservar y recuperar este inmueble de incalculable valor histórico, simbólico y arquitectónico. Así lo explicó el concejal de Obras y Urbanismo, José Ángel López, en un encuentro con los medios para, en primer lugar, dar a conocer un espacio de gran valor para Tomelloso, en muchos casas desconocido.
La casa, fechada en 1869, representa las primeras edificaciones de la parcela por lo que es una de las de mayor antigüedad y valor de Tomelloso que se mantiene en pie. Con la característica pobreza arquitectónica y sobriedad en las fachadas de las construcciones manchegas, se trata de una casa típica de la burguesía local de finales del XIX y principios del XX donde las casas suponían una extensión más del trabajo que se realizaba en el campo, es decir, un lugar donde se procesa la cosecha, se almacena y se venden sus derivados. Es por tanto una casa-bodega donde se unen el uso residencial y el productivo, en torno a la vid en un momento en el que explota en Tomelloso este cultivo.
Representa la casa el esfuerzo de los antepasados que dio paso, de una aldea principalmente cerealística de unos 300 habitantes, a una ciudad que basaba su economía en el viñedo por lo que encierra, ha dicho López, un valor histórico incalculable por sus fechas y características. Se trata de un inmueble clave y el único que ha sido legado, para entender la evolución del sector vitivinícola en Tomelloso y una vivienda modelo de casa-bodega y casa-cueva.
Según continuó explicando, se intentó declararla como Bien de Interés Cultural, pero el Ayuntamiento en aquel momento se opuso y por tanto perdió su protección. Fue una declaración justificada ya que son varios los elementos arquitectónicos de gran valor que se preservan a día de hoy. Se trata de una casa de 4.424 m² dividida en casa señorial, casa de labor, fábrica en el centro de la parcela junto a la chimenea, jardín y cueva, en la que destaca como elementos más valiosos, ha explicado José Ángel López, además del conjunto de la casa principal, un jaraíz espectacular con columnas de hierro forjado, una cueva única por sus dimensiones y el jardín con su empedrado típico y un eucalipto centenario, el único de Tomelloso, donde se han incorporado las moreras retiradas del parque Urbano Martínez. Se trata de un conjunto, ha dicho el concejal, que merecen ser preservado por su valor arquitectónico e histórico vinculado a la transformación de la uva y al pasado de Tomelloso pasando por todas las etapas de transformación del viñedo.
En cuanto al proyecto, explicó que el de la casa es independiente de la zona verde que se está realizando en el resto de la parcela que ya cuenta con vallado perimetral en la calle San Antonio y con el III Plan de Empleo de la Diputación Provincial se construirá el vallado en la calle Alfonso XII retranqueando la calle para permitir el doble sentido de circulación.
Los detalles técnicos del proyecto de la casa son sencillos, explicó López, ya que en esta primera actuación se está destejando la cubierta y guardando la teja vieja para instalar una nueva techumbre de madera con falso tejado impermeable que soportará la teja original. También se reforzará la taquiquería y se reformará fachadas, buscando en definitiva, salvar el inmueble y asegurar su estabilidad arquitectónica.
Se invertirán 160.000 € con cargo al Plan de Obras de la Diputación Provincial de 2015 en esta primera “fase de choque” como la ha definido el concejal, para cambiar las cubiertas y también para recuperar la chimenea gracias a una mejora conseguida por la empresa adjudicataria. José Ángel López dio las gracias a la Diputación Provincial por permitir acometer obras de este tipo gracias a las subvenciones que articula.
Por último, el concejal hizo un llamamiento al resto de grupos municipales para que respeten este proyecto principalmente aquellos que no han hecho prácticamente nada por conservar el patrimonio de Tomelloso. Por ello, pidió un ejercicio de responsabilidad, que se respete el proyecto, que se entienda y que no pongan freno a aquellos que por lo menos lo van a intentar. Se trata para López de una cuestión de sentido común porque son muchos los intereses colectivos de asociaciones y partidos políticos que se han comprometido y están interesados en conservar el patrimonio.