El 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol y el Área Social de Rehabilitación de Adicciones de la Asociación de Vecinos del Barrio San Antonio (ASORA) se movilizó por la prevención y para que el alcoholismo se reconozca como una enfermedad biopsicosocial que en algún momento puede afectar a cualquiera.
Las actividades comenzaron el pasado sábado 28 personas de ASORA se desplazaron a Alcoy donde participaron en las Jornadas de Adicciones y Voluntariado de GARA. Allí explicaron el modelo de voluntariado de ASORA y el sistema de grupos de terapia.
Este martes un grupo encabezado por la presidenta de la asociación, Mari Carmen Serrano, estuvo en la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, acompañando a la Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España (CAARFE) en la presentación del Día Mundial sin Alcohol.
En Tomelloso comenzaron la jornada en Radio Tomelloso y por la tarde, un grupo de voluntarios y enfermos repartieron octavillas. En ambas actuaciones informaron en lo que consiste ser un enfermo alcohólico.
María Carmen Serrano nos explicó que la finalidad que se persigue con esta celebración es, fundamentalmente, “acabar con el estigma de esta enfermedad”, si no salimos y nos mostramos, aseveraba “seguiremos siendo unos borrachos y unos viciosos”. Aseguraba que el alcoholismo es una enfermedad que tiene tratamiento.
El Área Social de Rehabilitación de Adicciones de la Asociación de Vecinos del Barrio San Antonio explicó a los tomelloseros una serie de datos sobre el alcohol, como que esta droga provoca al año más de 8.000 muertes, o que a los 14 años, de media, comienza su consumo en España. Serrano destacó la importancia de la prevención y de que la sociedad tome conciencia de ello. El alcohol, en definitiva, señalaba la presidenta, es una droga legalizada y socialmente bien vista, a la que no se le da importancia salvo que ocurra una desgracia como la pasada semana en la que murió una menor por un coma etílico.