El primer Debate sobre el Estado de la Región al que Emiliano García-Page se ha enfrentado como presidente de Castilla-La Mancha ha finalizado después de dos sesiones y 11 horas en las que el líder del Ejecutivo ha desgranado un total de 72 medidas a poner en marcha en el futuro próximo en materia de Empleo, Educación, Sanidad, Agricultura, Fomento y Políticas Sociales; el PP ha presentado 16 propuestas «en positivo» y Podemos ha dejado patente su ruptura con el Gobierno autonómico.
En el turno de mañana de la primera sesión, García-Page arrancaba su discurso haciendo referencia al recién aprobado trasvase de 60 hectómetros cúbicos, noticia que se conocía poco antes de iniciarse el pleno, ante la que aprovechó para pedir a PP y Podemos su apoyo contra la «hemorragia» hídrica a la que a su juicio se está enfrentando la región, petición que no tuvo respuesta en ninguno de los dos casos.
Los primeros 70 minutos de un discurso que se prolongaba durante dos horas los dedicó a hacer balance de sus 15 meses al frente del Gobierno autonómico, y fue a partir de entonces cuando delimitó seis bloques para enumerar sus compromisos de cara a los próximos meses.
Así, explicaba un listado de medidas que pasan por aspectos como el autoempleo y el retorno de talento joven en materia de Empleo; ocho nuevos centros de salud en materia sanitaria; o leyes sobre Vivienda, Urbanismo y Agua en el apartado de Fomento.
Igualmente, prometió una ley para garantizar los servicios públicos en el mundo rural; 29 nuevos centros educativos; un plan contra el acoso escolar; y varias medidas en favor de los ciudadanos en situación de Dependencia.
GUIÑOS AL PACTO DE INVESTIDURA ROTO CON PODEMOS
Diez días después de que Podemos diera por «muerto» el pacto de investidura escudándose en el incumplimiento de gran parte de sus trece puntos firmados ante notario en junio de 2015, García-Page ha incluyó en sus anuncios dos de los extremos más defendidos por la formación morada, como son la Renta Garantizada y un Plan de Rescate Habitacional.
El líder autonómico apuntó en cuanto a la Renta que se trataba de «un circuito por el cual todo ciudadano que quiera un empleo tendrá un mecanismo de ayuda y, si no lo consigue, al menos tendrá garantizados esos servicios fundamentales».
«Esta renta mínima garantizada, este plan, es algo arduo y difícil y tiene riesgos. No quiero que se plantee como un subsidio para no trabajar. Hay que vincularlo al trabajo, que es un derecho constitucional», advirtió.
PP: DISCURSO «DECEPCIONANTE» DE PAGE
Ya en el turno de tarde, el PP dio el pistoletazo de salida a su argumentario con la exposición de 16 medidas «en positivo» en ámbitos como el empleo, el Bienestar Social y el «crecimiento de la región», después de tachar el discurso de García-Page como «decepcionante».
Fue Ana Guarinos la encargada de defender la postura de los ‘populares’ desde el estrado, extremo que resultó muy comentado tanto por el PSOE como por García-Page, que aseguraron en reiteradas ocasiones que creían que sería el portavoz parlamentario, Francisco Cañizares, quien se hiciera cargo de la réplica.
Entre las medidas que defendió Guarinos se encontraba un programa de empleo estable y productivo dotado con 20 millones de euros, una tarifa plana regional para autónomos de 50 euros, una ayuda a constitución de nuevas sociedades de hasta 3.000 euros así como una bajada de impuestos en 2017 en Castilla-La Mancha.
También incluían la petición de una acción de choque especial y extraordinaria para la reducción real de listas de espera de larga duración con dotación presupuestaria suficiente, una lista de espera quirúrgica infantil cero, dotación tecnológica en el Sescam y poner en marcha los mecanismos de negociación con los profesionales sanitarios sobre la carrera profesional.
Ana Guarinos hizo un repaso de este primer tercio de legislatura bajo el mando del PSOE recordando asuntos como el brote de legionela de Manzanares, el «fracasado» Plan de Empleo, el «incremento» de la deuda en 617 millones o la agricultura ecológica.
A su juicio, «Page se ha pasado malgobernando en Castilla-La Mancha», por lo que se mostró convencida de que solo se necesita tiempo para «prescindir» de él, mientras que el responsable regional contestó que el PP debía darse tiempo y pasar «una cuarentena».
García-Page, que se mostraba en su réplica convencido de que volvería a ganar unas elecciones, sugería que al Partido Popular aún le quedaba pasar algún tiempo antes de volver a gobernar.
Consideraba que, en las últimas elecciones autonómicas, «la gente no penalizó a los diputados del PP por hacer recortes, sino por mentir».
En su opinión, los ciudadanos saben que «no cabe todo y que el presupuesto no es un chicle» y son mucho más sensatos que los dirigentes políticos y lo que no entienden es «la soberbia».
ADVERTENCIA DE PODEMOS Y RÉPLICA DE PAGE
En su turno, el secretario general de Podemos, José García Molina, lanzaba apenas 10 días después de dar por «muerto» su acuerdo de investidura una advertencia al presidente castellano-manchego: «Ni por activa, ni por pasiva, ni por gestora, ni en Madrid, ni en Castilla-La Mancha, vamos a permitir un gobierno del PP» y preguntaba al socialista si él podía afirmar lo mismo.
El presidente replicaba haciendo alusión a la fallida investidura de Pedro Sánchez hace seis meses, y recordaba que el PSOE castellano-manchego no rompió el pacto con Podemos «cuando Pablo Iglesias no votó a Pedro Sánchez, llevando a España a unas segundas elecciones».
«Ustedes no pueden argumentarme a mí que hay que cambiar o revisar las cosas si a alguien se le ocurre apoyar activa o perifrástica al PP en España porque sinceramente, para poder hacerse esa pregunta, señor Molina, ustedes tenían que haber respondido hace unos meses a otra», sentenciaba.
PODEMOS BLOQUEA LAS RESOLUCIONES SOCIALISTAS
Ya en la jornada del jueves llegaba el turno para el debate de siete propuestas de resolución por cada uno de los tres grupos políticos con representación en las Cortes.
Tan solo Podemos ha conseguido sacar adelante dos de ellas, una en materia impositiva con el apoyo del PSOE, y otra más en la que solicitaba elaborar sendas leyes contra la violencia machista y sobre la diversidad afectivo-sexual.
Pero la formación morada escenificaba su divorcio con el PSOE de García-Page, anunciado la pasada semana, y con su abstención permitía que la mayoría relativa del PP y sus 16 diputados tumbara las siete resoluciones de los 15 socialistas.
En concreto, el PSOE pedía recuperar el Fondo de Cohesión Sanitaria e impulsar un Pacto de Estado por la Dependencia; incentivar el diálogo social para salir de la crisis; pedir la suspensión de la LOMCE y reforzar las condiciones laborales de los profesores; o revisar el modelo de financiación autonómica.
También solicitaban el apoyo de las Cortes para revisar el Plan del Tajo; modernizar la mejora del rendimiento económico de la industria agroalimentaria; o pedir el impulso del AVE entre Madrid y Talavera de la Reina.
El PP, por su parte, no ha encontrado ningún apoyo en PSOE y Podemos en sus siete proposiciones, en las que proponían bajadas de impuestos como IRPF, Transmisiones Patrimoniales o Actos Jurídicos Documentados; 20 millones de euros para crear empleo «estable»; reducir a la mitad los expedientes de personas en situación de Dependencia; o poner en marcha un plan de choque especial para reducir las listas de espera.