El secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha asegurado que la formación morada «no está en contra de la educación privada y de que haya escuelas privadas», sino que está en contra de que «el dinero público se utilice para construir escuelas a las que no pueden ir todos». «Esto es una cosa que entiende cualquiera», ha dicho.
Con estas declaraciones, Molina ha salido al paso de las críticas vertidas por algunas entidades después de conocerse que el Gobierno regional ha congelado en 2016 el presupuesto dirigido a la educación concertada.
«Si hay familias que eligen ir a escuelas privadas, a nosotros nos parece bien pero que se construyan y se sostengan con dinero privado», ha afirmado Molina, quien considera que «el dinero de todos» debe ir para «escuelas donde pueden ir todos».
«No creo que esto sea cercenar la libertad de elección de nadie ni ir contra nadie, es una cuestión de sentido común», ha destacado en una entrevista en Radio Castilla-La Mancha, recogida por Europa Press.
Asimismo, el secretario general de Podemos en la región ha recordado que «la Constitución española dice que el sistema educativo tiene que ser público y que, en cualquier caso, la educación concertada viene a ser subsidiaria y allí donde no alcanza la educación pública podemos tomar ese otro camino que hemos llamado educación concertada».
Preguntado por si los profesores que trabajan en la concertada pueden tener motivos para temer por su puesto de trabajo, Molina lo ha negado porque, según ha explicado, «la idea es recuperar la educación pública y por tanto que todos aquellos trabajadores que estén en la concertada puedan ir haciendo una transición e incorporarse al sistema público».
ASISTENCIA RELIGIOSA EN HOSPITALES
Respecto a la asistencia religiosa en hospitales, el líder de la formación morada en Castilla-La Mancha ha indicado que «no es de recibo» que en una sociedad democrática y plural se subvencione con dinero público un servicio que «le parece muy bien» pero «para eso están las parroquias y las mezquitas», ha advertido.
«No entiendo que nos gastemos medio millón de euros de dinero público en prestar unos servicios a algunos, por muchos que estos sean», ha apuntado Molina, quien ha dicho que si se llega a un acuerdo en el que finalmente el dinero público tiene que servir para todas las confesiones «pues lo vemos», incluso «es posible» que «no estuviéramos en contra».
A su juicio, «lo que no puede ser es que solo se financie a una en detrimento de las otras confesiones o de las personas que no tienen confesión ninguna y que pagan sus impuestos igual». «Esto no va contra nadie», ha aseverado.
Ha confirmado que Podemos intentará introducir alguna mejora en el proyecto de Ley de Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2016 y para ello la formación está hablando con los círculos para ver qué enmiendas parciales presentan durante la tramitación parlamentaria del mismo.
HABLAR DE REBELIÓN CONTRA LA IGLESIA ES «SENSACIONALISMO»
Molina ha asegurado que en Podemos «nunca» han escondido las diferencias porque es «un movimiento político que nace desde la diversidad y la diferencia y donde nunca ha habido el dedo sagrado que marca quien tiene que estar y no estar».
«Muchas veces hay diferencias de criterio y muchas veces ha habido problemas» incluso en la propia organización del partido «porque somos un partido que no se financia con bancos y que ha hecho la estructura a base de la voluntad y el deseo de cambio de la gente».
Dicho esto, ha reconocido que existen «diferencias» y que «efectivamente en algunos lugares como Euskadi, etc, hubo dimisiones de los consejos ciudadanos y tendremos que ir a un nuevo proceso electoral para recomponer el partido».
Tras indicar que él no se siente «barón ni afín ni delfín», ha dicho seguir pensando como un profesor universitario que «sintió la necesidad de entrar en política porque las políticas que se estaban haciendo en la región y en el país eran de antipersonas». Asimismo, ha reconocido tener «una buena relación» con Pablo Iglesias, pero «ni me siento ni más afín ni menos afín, sino que me siento parte de este movimiento».
