El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reconocido que la última semana, protagonizada en el plano político por la crisis interna en el Partido Socialista, le ha traído los «peores días en política» que ha vivido personalmente.
En sus últimas palabras desde la tribuna de oradores del Parlamento castellano-manchego al cierre de la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Región, García-Page ha añadido que vivió la pasada semana «con desgarro».
«Lo peor, encima, es tener que aguantar, soportar y callar muchas cosas que seguramente mucha gente quiere que explique, y que haré, frente a la sorpresa de propios y extraños», ha dicho García-Page, que ha finalizado asegurando que los socialistas de Castilla-La Mancha «siempre han dicho lo mismo en medio de todas las tempestades, y es que lo primero es la región».