Tras el éxito de la primera edición, el Hospital Nacional de Parapléjicos, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), acogerá, el próximo día 2 de abril, la segunda edición del curso de natación aplicada a personas con discapacidad, organizado por su Fundación y la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
El curso, que lleva por título “Metodología de enseñanza en personas con discapacidad física en el ámbito de la natación”, tiene como objetivo formar a los alumnos en las técnicas idóneas para trabajar con personas con discapacidad en el medio acuático.
Esta formación, que en su segunda edición cuenta con un total de 28 alumnos inscritos, la mayoría de ellos procedentes de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UCLM, será impartida por el profesor de Ciencias del Deporte de la Universidad Europea de Madrid, Juan Vázquez, y constará de tres horas teóricas y siete horas prácticas, que se desarrollarán en las instalaciones del Hospital Nacional de Parapléjicos.
Durante esta jornada de formación, se darán a conocer a los alumnos las nuevas metodologías que se están aplicando en el ámbito de la natación para personas con movilidad reducida, así como los diferentes estilos y disciplinas más beneficiosos para este colectivo.
Becas para alumnos de la UCLM
Desde la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos y en base al convenio de colaboración que tiene dicho centro sanitario con la Universidad de Castilla-La Mancha, se han concedido becas para esta segunda edición del curso a los alumnos de Ciencias del Deporte inscritos que realizarán sus prácticas del curso académico 2016-2017 en dicho Hospital.
El importe de estas becas proviene de la carrera “Ponle Freno”, una iniciativa del grupo Atresmedia a través de la cual se donó el total de la recaudación de dicha carrera popular a la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos, para la promoción del deporte adaptado.
La natación es uno de los deportes que más beneficios aporta a las personas con discapacidad física. Con esta práctica se potencia y fortalece la musculatura del tronco y del cuello y se consigue mejorar la flexibilidad de las articulaciones y de la columna. Además, debido a la falta de gravedad dentro del agua, los ejercicios resultan mucho más fáciles de practicar para las personas con movilidad reducida, lo que favorece su independencia y mejora su autoestima.