El Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca ha aumentado su cartera de servicios con una nueva técnica, como es la morcelación de pólipos endometriales en consulta ginecológica, gracias a la cual se evita que las pacientes tengan que ingresar y someterse a una intervención quirúrgica con anestesia.
Hasta el momento han sido 65 mujeres a las que se ha realizado esta técnica, de la que se calcula que se podrán beneficiar cerca de un centenar de pacientes al finalizar el año, ha informado el Sescam en nota de prensa.
El Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Cuenca también ha incrementado su cartera de servicios con la incorporación de la cirugía laparoscópica para la patología ginecológica maligna.
Según ha explicado el doctor Andrés Moya, jefe del Servicio, hasta ahora se abordaba con cirugía laparoscópica sólo la patología benigna, pero desde hace unos meses ha comenzado a utilizar esta técnica también para patología maligna, principalmente para la intervención en cánceres de endometrio, «con lo que logramos una recuperación mucho más rápida de las pacientes que deben someterse a esta intervención», ha explicado el facultativo.
Asimismo y a través de la Consulta de Esterilidad con la que cuenta este servicio hospitalario, desde hace un año, aproximadamente, se vienen realizando inseminaciones artificiales con semen de la pareja, contando para ello con la colaboración de los servicios de Farmacia y de Laboratorio.
Hasta el momento se han sometido a esta técnica un total de 152 pacientes, que antes debían ser derivadas a otros centros hospitalarios si necesitaban realizarse una inseminación artificial y se ha logrado un porcentaje de éxito del 16,8% de embarazos, algo superior a la media habitual que suele situarse en el 15%.
EVITAR CESÁREAS
Otro de los avances en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Cuenca pasa por una nueva prestación que tiene como principal objetivo evitar la realización de una cesárea cuando el niño se presenta de nalgas en el momento del alumbramiento.
Se trata de una técnica denominada «versión externa en la presentación de nalgas» que se realizaba hace años, que ahora se ha recuperado y que permite, con maniobras externas y con el correspondiente control ecográfico, colocar correctamente al niño para el momento del parto.
De esta forma se evita la cesárea, disminuyendo notablemente los riesgos tanto para la madre como para el feto, y gracias a su realización se ha logrado una tasa de éxito superior al 50 por ciento.
