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jueves, 19 diciembre
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El voluntariado: una especie protegida, por Luis Ballesteros Martín de Almagro

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El voluntario hoy en día debería declarase una especie protegida, ya que no hay muchas gente que dedique su tiempo a otras personas o a otras causas. Y si las administraciones y las asociaciones, no cuidan a estas personas, dentro de un tiempo quedaran muy pocos que den su tiempo para ayudar y mejorar  este mundo en el que vivimos.

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Alrededor de 900.000 voluntarios  en España dedican su tiempo y capacidades, a ayudar a quienes lo necesitan a través de las ONG,  los voluntarios representan el 56,7% de las personas de las organizaciones sociales, es preferentemente femenino (63,1%), y dedica a la entidad menos de 5 horas semanales (el 63,7%).

En AFAS hemos tenido la suerte de encontrar a este grupo de personas, que se acercan a nuestra asociación tímidamente para preguntar si están capacitados para ser voluntarios. Lo que ellos no saben, es que estamos deseando que se acerquen y conozcan a  las Personas con Discapacidad, sean o no válidos para ser voluntarios, ya que ambos se van a enriquecer.

Cada voluntario es diferente como persona, y cada uno de ellos les aporta la pizca necesaria para que cada una de las Personas con Discapacidad que viven en AFAS, les hagan mejorar en su vida, ya que la calidad del voluntario de AFAS está en la variedad de edades, y de diversidad, tenemos una amplia gama de voluntarios que ofertan simpatía, cariño, risas, emociones, saber escuchar, y todo esto hace crecer como persona y mejorar la calidad de vida de nuestras Personas con Discapacidad.

A los voluntarios les formamos, les orientamos,  les vemos crecer como personas, y poco a poco se dejan llevar por sensaciones, emociones y sentimientos que es lo esencial de la vida, y  les aconsejamos lo que es mejor para las Personas con Discapacidad.

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Al principio, no saben lo que tienen que hacer, van con miedo a no estar a la altura de las circunstancias, no quieren incomodar, se esconden bajo la manta de la precaución, no quieren hacer daño, no quieren hacer sufrir, piensan que las Personas con necesidades de apoyo son figuras de cristal, que son frágiles y se pueden romper.  Muchos voluntarios se quedan por el camino porque no se ven preparados, o simplemente porque no les gusta.

Pero los voluntarios que se quedan,  poco  a poco se van soltando y sacan su fuerza interior, abriéndose a las Personas con Discapacidad y comienzan a escuchar, cuáles son sus sentimientos más íntimos, sus emociones más cálidas, sus pensamientos internos, y en ese instante se produce, una fusión química que da como resultado, una relación íntima y confidencial entre dos seres humanos, que les hace unirse en un vínculo de amistad. El voluntario, comienza sin saberlo a realizar  su función más importante, y la Persona con Discapacidad empieza a tener dependencia del voluntario y esta relación se intensifica y se profundiza.

AFAS ha advertido que la decisión de hacerse voluntario no surge de una verdadera convicción de compromiso, las personas no llegan a afianzarse en la entidad donde colaboran. La trayectoria de permanencia, en estos casos, suele ser corta, aunque tenemos en AFAS casos extraordinarios como el de algunas voluntarias que lleva más de 20 años colaborando.

Por otra parte, en estos momentos el voluntariado es un activo imprescindible para las organizaciones sociales, como nuestra entidad, que ven cómo los colectivos en riesgo de exclusión como, las Personas con Discapacidad, se encuentran más expuestos que nunca. En España, las personas voluntarias dedican una media de cinco horas semanales a colaborar con la organización elegida y  las áreas que reciben mayor demanda son discapacidad e infancia.

En cuanto a las principales razones expresadas para ejercer la labor solidaria están:   identificación con una causa, creencias personales, deseo de participación, satisfacción de expectativas personales.

En AFAS las actividades de ocio, deportivas y culturales que se realizan a crecentan el vínculo que en muchos casos es indisoluble entre el voluntario y la Persona con Discapacidad. En algunos casos el resultado de este vínculo da lugar al nacimiento de lo bien conocido como AMISTAD, porque se produce una relación entre iguales, entre personas que se cuentan sus preocupaciones, sus alegrías y sus tristezas; y lo más bonito es COMPARTIR esas experiencias  con tus amigos.

Siempre se ha pensado que la clave de todo esto es el TIEMPO, es lo más preciado que tenemos, es más valioso que el vil metal, de que nos sirve tener riqueza, si no tenemos tiempo. Aquí está la clave y el encadenante de todo. Sin tiempo, no se puede visitar a los amigos, sin tiempo, no se puede compartir experiencias, sin tiempo, no puedes contar tus sentimientos, sin tiempo, no puedes preocuparte por nadie.

No se puede cuantificar económicamente el valor que tiene un voluntario en nuestra sociedad, es por ello que la administración y los políticos deberían de calcular lo que se ahorraría nuestras arcas si tuvieran que pagar estas acciones.

El voluntario quita tiempo de su familia, de sus amigos, y de si mismo para dárselo a otras personas que en muchos casos ni conoce, pero lo hace con su mejor sonrisa y su buena intención. A cambio recibe de las Personas con Discapacidad abrazos, besos, elogios, halagos, miradas tiernas, y lo más gratificante, se convierten en referentes, en héroes para las Personas con Discapacidad.

Desde AFAS tenemos tanto que agradecer a este grupo de 130 Personas que nunca podremos compensar todo lo que hacen por mejorar la calidad de vida de las Personas con Discapacidad. Cierto es que no hay nada más valioso que conmover a otra persona con tu simple presencia, provocar en otra persona ansiedad por tu llegada es algo fascinante. El voluntario es un verdadero amigo, un fiel escudero, un aliado incansable, una persona única.

Siempre he pensado dadme un voluntario como APOYO y conquistare un corazón. Ya hemos conseguido varios corazones, súmate con nosotros a conquistar corazones de Personas.

Que estas palabras sirvan de reconocimiento a los incansables voluntarios de AFAS en Tomelloso, Alcázar y La Solana, que todos los días apoyan y ayudan a decenas de personas en mejorar la  calidad de vida de unas Personas que simplemente desean ser personas como los demás.

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