El coste del riego, y principalmente el coste energético del riego, se ha convertido en factor clave a tener en cuenta en nuestros regadíos que afecta a la productividad y a la competitividad de nuestros cultivos.
Pero, ¿Es posible reducir el coste energético del riego?
Sí, claro que es posible. En muchos casos es posible incluso reducirlo hasta en un 40%.
Para reducir el gasto energético, es necesario conocer y analizar en profundidad los factores que influyen en el riego de nuestra explotación, y actuar sobre cada uno de ellos.
Se hace necesario realizar un ESTUDIO ENERGÉTICO de riego, que además debe ser realizado por un experto en riego, y en el que se tengan en cuenta todos estos factores.
¿Cuáles son los factores que influyen en el consumo energético?
Los factores que influyen en el consumo energético del riego son los siguientes:
- El ahorro de agua.
El agua no consumida es un ahorro directo de energía.
Es necesario saber si el agua que se aplica en cada momento es la correcta. Dentro de una misma zona, se encuentran agricultores que riegan el mismo cultivo con cantidades muy diferentes, y todos piensan que lo hacen bien.
Para reducir el consumo de agua recomendamos seguir las recomendaciones diarias y semanales del SIAR (Servicio Integral de Asesoramiento al Regante de Castilla La Mancha).
- Diseño y dimensionamiento de la red de tuberías.
Influyen en la potencia hidráulica o presión de trabajo que deberá ser proporcionada por la bomba para conseguir las condiciones de trabajo necesarias en los emisores de riego. Una red de tuberías óptima, desde el punto de vista energético, es aquella en la que las pérdidas de carga son mínimas. Si la red de tuberías está mal dimensionada y el material instalado no es el adecuado, el cambio de tubería puede suponer un ahorro muy importante.
Sobre todo recomendamos realizar el estudio de la red de tuberías cuando existen problemas de averías constantes o se van a realizar modificaciones significativas en la red de riego.
- Diseño y dimensionamiento de los sistemas de riego.
Los sistemas de riego más representativos de la zona son pivotes, coberturas tanto enterradas como superficiales a marcos de riego que van desde 12 m x 15 m a 16 x 18 m, goteo, principalmente integrado turbulento, y algo de cinta.
La elección de los emisores es un aspecto clave para reducir el gasto energético del riego. Cuanto más baja sea la presión de trabajo de los emisores, menos energía será necesaria para su funcionamiento.
La elección de emisores de baja presión es posible en todos los sistemas de riego anteriormente mencionados. En estos momentos hay emisores de pivotes que riegan a tan solo 0,4 bar, frente a los habituales que lo hacen entre 2 y 4 bar; emisores de coberturas que riegan a marcos de 12 m x 15 m con 2,5 bar, frente a los habituales que lo hacen entre 3,5 y 4,5 bar; Y goteros de ultrabaja presión que riegan a 0,3 bar.
Esta nueva generación de emisores puede suponer, según el punto de partida, un ahorro de entre un 15% y un 75%, según se trate de sondeos profundos o de aguas superficiales.
- Automatización y programación del riego.
La automatización de las instalaciones de riego es importante desde dos puntos de vista:
- El bienestar del agricultor; para que el agricultor no tenga que desplazarse continuamente al campo para arrancar y apagar el riego, abrir y cerrar llaves, etc.
- Y por la posibilidad de gestionar vía remota el riego, programándolo de forma fiable en los periodos horarios más baratos y realizando fácilmente las modificaciones de horarios necesarias a lo largo del año. También se pueden programar avisos de averías y fugas de agua, reduciendo así gasto de agua y energía innecesario.
- Eficiencia de los sistemas de bombeo.
La elección de la bomba adecuada, según las necesidades de presión y caudal de nuestra instalación, es fundamental para el ahorro de energía. Una bomba mayor o menor de lo necesario, no va a trabajar en su punto óptimo de trabajo, y por tanto, no va a funcionar con una alta eficiencia o lo que es lo mismo, mínimo consumo energético.
Además, hay que tener en cuenta, que con el tiempo, las bombas pierden eficiencia y que es necesaria su renovación cada cierto número de años.
El estudio energético estudia si es conveniente o no renovar una bomba y la conveniencia de instalar otros elementos en el sistema de bombeo que puedan mejorar la eficiencia energética de la instalación, como pueden ser variadores de velocidad.
- Mantenimiento de los sistemas de riego.
Con el tiempo, en las tuberías y resto de elementos de la instalación, se acumulan sedimentos que van a reducir su capacidad hidráulica y por tanto la eficiencia energética del riego.
El estudio energético del riego incluye también el análisis de la facturación y su optimización
Se dan tres posibles casos en función de la fuente de energía utilizada:
- Si la fuente de energía es la electricidad.
En este caso, el agricultor dispone de un contrato con una compañía comercializadora de electricidad.
El estudio energético revisa las condiciones de este contrato para asegurase de que el agricultor paga el mínimo por el riego que realiza. Se va a revisar:
- Tarifa de acceso: marca los horarios de riego a lo largo del año. El agricultor deberá programar el riego de su explotación, teniendo en cuenta los períodos horarios más económicos.
- Potencia contratada en cada período horario: la potencia contratada debe ajustarse a las instalaciones que funcionen de forma simultánea en la explotación, durante cada período horario.
- Precio de la energía. Existen más de 50 empresas comercializadoras de electricidad que ofrecen diferentes opciones de precios. Un cambio de compañía puede ser una forma fácil de reducir el gasto energético.
- Producción de energía reactiva. Cuando se produce, es conveniente corregirla.
- Eliminación de recargos, penalizaciones, etc…que puedan estar afectando a la facturación.
- Si la fuente de energía es el gasóleo.
En este caso, la facturación energética depende del precio del gasóleo y de la eficiencia de las bombas, grupos electrógenos y motores para el riego. A esto hay que sumar el coste derivado del transporte del gasóleo hasta la finca de forma continua durante la campaña de riego.
- Si la fuente de energía es renovable.
En concreto el uso de energía solar fotovoltaica para el riego, donde el coste energético del riego se reduce de forma drástica. No existe aquí optimización de la facturación pero se ha querido incluir, para recomendar su utilización.
El resultado de todos los puntos anteriores es un conjunto de actuaciones que van a reducir el gasto energético de su explotación.
En este informe se indica la actuación, el ahorro que se consigue, la inversión necesaria, el período de amortización y cuando debe ejecutarse la actuación.
La ejecución de las actuaciones de eficiencia energética puede durar días o incluso años si se trata de grandes inversiones, pero en cualquier caso debe hacerse de forma planificada en el tiempo, por ser la única forma de conseguir un ahorro máximo.
El estudio energético contempla también la gestión de ayudas y subvenciones y la reducción fiscal del 85% en el impuesto de la electricidad, ingresos que sin ninguna duda ayudarán al agricultor a invertir en las mejoras necesarias en su instalación de riego.
Helena Cuartero Abengózar
Ingeniero Agrónomo
Móvil 648 16 37 81
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