Hoy, Día de Castilla-La Mancha, es la fecha en que los castellanomanchegos conmemoramos uno de los hitos más trascendentes de la
historia de nuestra tierra: aquella jornada solemne en que echaron a andar las Cortes de Castilla-la Mancha, inaugurando la etapa de nuestra Autonomía. La fecha en que empezó el futuro para nuestra tierra.
Con este motivo, deseo expresar desde estas líneas a todos los castellano-manchegos mi más cordial felicitación, animándoles a proseguir con ilusión el sueño de construcción regional iniciado hace treinta y dos años.
Desde la realidad presente, tenemos derecho a sentirnos orgullosos de la realidad pujante y consolidada que representa Castilla-La Mancha, lograda con el esfuerzo y el trabajo de todos.
En aquellos tiempos inaugurales, Castilla-la Mancha era apenas una fórmula inédita rodeada de tantas expectativas como incertidumbres. Pero, día a día, los castellano-manchego fuimos tomando las riendas de nuestra realidad política, concienciándonos de que en las instituciones autonómicas teníamos los instrumentos más eficaces para impulsar nuestro desarrollo.
La experiencia de todos estos años nos ha demostrado que las Cortes de Castilla-La Mancha y demás órganos del autogobierno regional han tenido un papel sobresaliente en el desarrollo de las potencialidades políticas, sociales y económicas de nuestra región.
Nuestro Parlamento regional ha sido, desde su etapa fundacional, la caja de resonancia de las inquietudes ciudadanas y el marco de debate de las ideas y proyectos encaminados a la mejora del bienestar y calidad de vida de todos los castellano-manchegos.
Más de tres décadas después, aunque el camino de nuestras aspiraciones sigue mostrándonos nuevos retos, Castilla-La Mancha se
muestra como una espléndida realidad, que nos hace mirar el futuro con optimismo.
Nuestra región cuenta con importantes recursos agrarios, vitivinícolas e industriales y se halla en un proceso de modernización
acelerado que sitúa el valor de nuestros productos a la altura de los mejores de España y del mundo. Un desarrollo que no olvida el respeto por el respeto por el medio ambiente, en cuyo ámbito, ocupamos un lugar privilegiado. Pero sobre todo contamos en Castilla-La Mancha con el más importante de los factores de desarrollo: un elemento humano preparado, honrado, eficiente y laborioso, capaz de llevar a cabo la meta que se proponga. Lo mejor que tiene Castilla-La Mancha son sus hombres y sus mujeres que tienen el honor de vivir en la mejor tierra del mundo.
Por todo ello, la celebración de un día como hoy debe servirnos a los castellano-manchegos para reafirmarnos en nuestras posibilidades de seguir conquistando nuevas metas de progreso y bienestar, porque ningún problema será nunca mayor que nuestro espíritu de superación.
Quisiera que todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha vivan este día de fiesta regional con la alegría y el orgullo de habitar una tierra de enormes posibilidades, por la que vale la pena ilusionarse.
Feliz Día de Castilla-la Mancha para todos.
Vicente Tirado Ochoa
Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha