La Muestra Local de Teatro de Tomelloso llegó el sábado a la cuarta representación. Platea, con dirección de Aurora Sahuquillo, representó “Usted tiene ojos de mujer fatal”, de Jardiel Poncela. El estreno registró una buena entrada; ovación del público al caer el telón.
Una chaise longue, roja, con una luz cenital nos recibe en el escenario. Los técnicos que graban la representación hacen y pruebas. El público fue con ganas de divertirse, el teatro parecía una fiesta, la gente hablaba y reía. Se conoce que con solo poner a Jardiel en los carteles infunde ganas de diversión.
La obra comienza con un baile, títulos de crédito de la época del cine mudo… y de lleno nos metemos en el salón de la casa (de la «garçonniere», usando el lenguaje de entreguerras) de Sergio Hernán. Aparece el rojo sofá y muebles de entonces en una convincente y bien realizada escenografía que nos ayuda a introducirnos en la época en que trascurre la comedia. Más tarde aparecerá el vestíbulo de una villa en Cerdedilla, provincia de Madrid, hecho con la misma perfección.
El público se divirtió con esta comedia de Jardiel Poncela en estado puro. Sergio Hernán (Raúl Zatón) un don Juan de los años treinta, que contabiliza, sistemáticamente, a sus conquistas (“en ocho años 1.400 señoritas”, explica a una de ellas el empírico criado Oshidori —Alberto Palacios—). Todas caen rendidas a sus pies cuando les dice: usted tiene ojos de mujer fatal. Pero acaba bebiendo de su propia medicina y termina perdidamente enamorado de una de sus conquistas, Elena Fortuny (Helena Jiménez). Tras una suerte de safari amoroso a la villa de los Pantescosti a Madrid, ya que estos han contratados sus servicios para que conquiste a Elena y no se case con un tío a punto de diñarla y no pierdan la herencia, la comedia acaba con un final feliz, claro.
Las geniales frases de Jardiel no han perdido vigencia, el humor absurdo, marca de la casa, sigue siendo efectivo. El público rio de lo lindo y aplaudió los cambios de escena. La compañía nos llevó con solvencia a través de la obra, jóvenes actores (actrices más bien), junto a otros más expertos, condujeron al público entre condesas que son criadas, amantes doloridas y tipos raros. Algunas escenas fueron, a nuestro juicio, hilarantes y soberbias.
Sin desmerecer, ni mucho menos, al resto de la compañía, cabe destacar el soberbio duelo interpretativo entre el criado Oshidori, al que da vida Alberto Palacios y su amo, Sergio Hernán, interpretado por Raúl Zatón.
Al final el público premió a Platea con una sonora y larga ovación. La compañía cantó a la directora, Aurora Sahuqillo, el cumpleaños feliz.
Pepita fue María Montañés, de Oshidori hizo Alberto Palacios, a Elena Fortnuy le dio vida Helena Jiménez, Francisca: Yolanda Andújar, Ágata fue Beatriz Moreno, Sergio Hernán fue interpretado por Raúl Zatón, Leonor: Viviana Palacio, de Adelaida hizo Carmen Burllo, Lázaro Martínez dio vida a Pantecosti, Beatriz, baronesa de Pantecosti fue Pilar Requena, Fernanda: María Sáez, Mariana, Sofía Plaza, Roberto de Pantecosti fue interpretado por Felipe Fuentes, Julia fue Alba Castellanos y Nina, Alba Carrasco.