Se cumple la mitad de la primera semana de septiembre y el Atlético Tomelloso sigue sin ver fruto de las gestiones realizadas con el Ayuntamiento de Tomelloso para que, por fin, le sean otorgadas para su uso y gestión como sede social la oficina y el bar del Estadio Municipal de Tomelloso. El presidente del Atlético Tomelloso, Cristóbal Moraga, mantuvo una reunión a mediados del mes de julio en la cual la Alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, y el Concejal de Deportes, Iván Jesús Rodrigo, se comprometieron a buscar una fórmula eficaz para desalojar al actual inquilino del local (el Tomelloso C.F., un club sin actividad desde Enero del presente año y virtualmente desaparecido). Ambas partes llegaron a un principio de acuerdo con el Consistorio para que durante el mes de agosto se solucionara esta incómoda situación, como así reconocía el presidente en diversas entrevistas realizadas previas al inicio de la temporada en los medios locales.
Sin embargo, desde el club se sigue a la espera de algo que, según comenta Moraga, es «a nuestro juicio, de derecho y de justicia, y que supondría abandonar de una vez por todas la situación de provisionalidad en la que vivimos desde nuestra fundación en el año 2012. Y es que no podemos llegar a entender como un club que en la actualidad representa a más de 150 deportistas, en su práctica totalidad de la localidad, y con cifras de masa social cercanas a los 1000 personas, se encuentra aún a día de hoy sin noticia oficial alguna (más allá de un «estamos en ello») de cuándo podrá pasar a ocupar la sede por excelencia del club de fútbol de nuestra localidad».
Actualmente, la sede del Atlético Tomelloso se encuentra situada en la calle Calvario, en un local comercial en régimen de alquiler que supone unos gastos de alrededor de 400€ mensuales, cerca de 5.000€ al año, para poder atender a su masa social, que este año repetimos, dado el ritmo de ventas actual, va a superar con creces cualquier cifra pasada.
Las soluciones brillan por su ausencia y la ausencia de noticias es la mayor novedad. El paso del tiempo es inapelable para los verdiamarillos, inmersos ya en plena competición, y que claman por una rápida solución a un asunto que por derecho, como así mismo reconocen desde el Ayuntamiento, les corresponde desde hace tiempo.