Como venimos relatando, la iniciativa ciudadana Tomelloso Cultural se presentará el próximo 24 de octubre, sábado, a las 12:00h en el Casino San Fernando de Tomelloso.
En ese mismo acto tendrá lugar un encuentro literario en el que Dionisio Cañas, Rubén José Pérez (autor de la Tesis Doctoral “Sociología de la literatura: Un estudio sobre la creación literaria en Tomelloso”) y Sonia Ruiz Parra dialogarán sobre el pasado, presente y futuro de la literatura en esta población.
Charlamos con el poeta Dionisio Cañas para que nos amplíe lo que va a ser esta propuesta que ha despertado una gran expectación. Hablamos de su participación en el proyecto, de las particularidades culturales de Tomelloso y de las expectativas Tomelloso Cultural.
Dionisio Cañas nació en Tomelloso en el año 1949. Vivió en Francia nueve años y residió en Nueva York desde finales de 1972 hasta el 2005; ahora vive en La Mancha, España. Es catedrático retirado de la City University of New York. Sus libros más recientes de poesía son: El fin de las razas felices, El gran criminal, Corazón de perro, En caso de incendio, Videopemas, Y empezó a no hablar, La balada del hombremujer, Lugar, Los libros suicidas (Horizonte árabe). También ha publicado varios libros de ensayos: Poesía y percepción, El poeta y la ciudad: Nueva York, Tomelloso en la frontera del miedo, Memorias de un mirón (voyeurismo y sociedad), y El espíritu de La Mancha. Con el grupo de artistas ESTRUJENBANK publicó en 1992 una colección de textos: Los tigres se perfuman con dinamita. Desde 1986 viene realizando performances y acciones poéticas, entre ellas la más destacada “El Gran Poema de Nadie” (poema colectivo, acción participativa).
—¿Cuál es su participación en Tomelloso Cultural?
—Mi papel principal en Tomelloso Cultural es el de asesorar a los demás miembros de esta plataforma ciudadana en los campos de mi especialidad: literatura y arte. Mi larga experiencia dentro del ámbito de la literatura y el arte, nacional e internacional, le pude ser útil a los miembros de la plataforma para diagnosticar la situación actual de la cultura en Tomelloso y para gestionar proyectos futuros. Por otro lado, me encargaré de moderar todos los encuentros que tiene planeado la plataforma.
—¿En qué va a consistir el proyecto?
—El proyecto Tomelloso Cultural parte fundamentalmente de un deseo de cambiar y mejorar la situación de la cultura en Tomelloso. Lo que se intentará primordialmente es de hacer un mapa de lo que está ocurriendo en la cultura en esta ciudad para así poner en contacto los diferentes agentes culturales públicos y privados.
Se tratará de proponer estrategias para hacer más eficientes las relaciones entre las iniciativas culturales privadas y las públicas, crear una agenda cultural conjunta, publicitar con más eficacia las actividades culturales de Tomelloso, dentro y fuera de la localidad, proponer una modernización de las expresiones culturales sin desatender las tradiciones ya existentes, intentar buscar rasgos que caractericen la cultura de Tomelloso con una singularidad que armonice lo local con lo universal, lo tradicional con los movimientos culturales más modernos.
—Usted aboga por poner en valor las particularidades culturales de Tomelloso, modernizándolas y actualizándolas, como (digamos) seña de identidad de la creación de la ciudad…
—En efecto, como acabo de decir, en mi opinión lo que echo de menos, en la sin duda intensa actividad cultural de Tomelloso, es que se está constantemente mirando a lo que se hace en la cultura de las grandes ciudades. Sin embargo, Tomelloso es esencialmente una comarca rural, con sus propias características y una marcada personalidad cultural que raramente se ve reflejada en las obras que se producen aquí.
La pintura es la que parece más insistentemente estar pegada al paisaje manchego, al entorno tomellosero, pero rara vez toca el tema del paisanaje, de la vida cotidiana de los habitantes de Tomelloso.
En la fotografía sí hay un caso actual de un extraordinario valor, el del fotógrafo Juan Luis López Palacios. Su obra refleja de una forma moderna el paisaje manchego, la vida cotidiana de los habitantes de Tomelloso, lo poético y lo profundamente humano de esta ciudad, sin olvidarse de un elemento que caracteriza a los tomelloseros: el de la ironía, el del humor.
La identidad de Tomelloso, para mí, se articula entre lo poético y lo irónico, entre lo sutil y lo tremendista, entre el idealismo y el realismo más crudo en todos los campos de la creatividad.
—¿Es tanta la producción cultural de Tomelloso cómo presumimos?
—Sí, para una pequeña ciudad como Tomelloso pienso que, en efecto, la producción cultural de esta ciudad es especialmente cuantiosa. El gran problema es que no se hace un análisis de la calidad de esta cultural; tenemos muy poca capacidad autocrítica. Con frecuencia nos conformamos con el éxito a nivel local, con las opiniones locales, con el elogio fácil.
No existe una crítica constructiva y seria en ninguno de los campos de la cultura en Tomelloso; no existen foros de debate cultural. Se asiste a actos de presentaciones de todo tipo de expresiones culturales pero nunca se crea un diálogo crítico y constructivo con el público.
—¿Es Tomelloso la Atenas de la Mancha? ¿Puede llegar a serlo?
—Yo creo que esa comparación está entre lo grotesco y la exageración. Tomelloso es importante culturalmente porque de aquí han salido, y siguen saliendo, grandes figuras en todos los campos de la cultura, pero, desgraciadamente, en el pasado gran parte de los escritores y artistas de renombre nacional e internacional se fueron de Tomelloso. ¿Tú te irías de Atenas?, pues no, pero de Tomelloso sí se fueron todos: Francisco García Pavón, Félix Grande, Eladio Cabañero, Antonio López, Pepe Carretero, son solo unos cuantos ejemplos de lo que estoy diciendo.
Lo mejor sería no hacer comparaciones y poner en valor la gran sensibilidad creativa que hay en buena parte de la población de Tomelloso, ahora enriquecida con la llegada de los inmigrantes en las tres últimas décadas. Hay que crear las condiciones propicias para que los escritores y artistas puedan promocionar sus obras desde aquí, como lo hace Ángel Pintado, por ejemplo. También habría que crear becas de creación e investigación con estancia en Tomelloso para que la gente quiera venir aquí y quedarse una temporada. Tomelloso no tiene porqué ser la Atenas de La Mancha, Tomelloso tiene que ser Tomelloso, punto, un lugar de referencia dentro de la cultura española.
—El sábado arranca Tomelloso Cultural, ¿qué puede salir de ese primer encuentro?
—Yo no soy vidente, por lo tanto no sé lo que saldrá de este primer encuentro. Mis expectativas son muy sencillas: espero que el encuentro le haga ver a los ciudadanos que tienen todo el derecho de decidir qué es lo que quieren, desde el punto de vista cultural, para su pueblo. Por otro lado, me gustaría que los tomelloseros fueran conscientes del enorme potencial creativo que ya existe y ha existido en Tomelloso, pero que este potencial creativo debe modernizarse y buscar una identidad propia, no solo imitar todo aquello que se hace en las grandes ciudades.
Con frecuencia la cultura es un asunto de unos cuantos, a nosotros nos gustaría que fuera un asunto de todas aquellas personas que quieran aportar ideas y trabajo para que la cultura de Tomelloso tenga un impacto más allá de nuestra comarca. Para que esto sea una realidad, hay que empezar a colaborar en lugar de competir unos con otros.
Los poderes políticos y financieros deben dar más oportunidades a los jóvenes, y los no tan jóvenes, de autogestionar los pocos recursos, y los espacios, que hay para la cultura. Lo importante, por ahora, es eso, que este encuentro sea solo el principio de una toma de conciencia para que entre todos creemos un ambiente cultural tan singular que cuando suene la palabra Tomelloso no sea solo en los chistes o comparándolo con Atenas, o recordándole a la gente todas aquellas grandes figuras de la literatura y el arte que se tuvieron que marchar de aquí para triunfar, sino que se pueda decir: “Fulanito o fulanita de tal, poeta, artista, que vive y trabaja en Tomelloso”.
