La diputada autonómica Lola Merino ha asegurado que “los hechos demuestran que el discurso de investidura de Emiliano García-Page fue un engaño”.
En rueda de prensa, Merino ha valorado el Pleno celebrado ayer, “una sesión que se ha caracterizado por el odio y la revancha del bipartito PSOE-Podemos hacia el PP, el grupo mayoritario en las Cortes y el que más diputados tiene porque ganó las elecciones”.
En su opinión, en los pocos días que lleva en el Gobierno, Page “se ha olvidado ya de sus compromisos de diálogo, consenso, participación y transparencia, compromisos que adquirió en su toma de posesión pero tan solo de cara a la galería”. Así, ha destacado que el bipartito PSOE-Podemos ha roto el tradicional consenso democrático de las Cortes de Castilla-La Mancha a la hora de constituir las comisiones que tienen como finalidad controlar y seguir la acción de Gobierno. Ignoraron al PP pero, además, dejaron claro su talante “autoritario” al eliminar 7 comisiones de trabajo y reducir de 11 a 5 el número de parlamentarios en dichas comisiones.
Estas reducciones, en su opinión, tienen dos consecuencias muy importantes: “que los diputados de Castilla-La Mancha tengamos la mitad de trabajo y que no podamos controlar al Gobierno porque García-Page quiere unas Cortes cortitas y sin control parlamentario”.
La diputada autonómica ha criticado también a Page por haber utilizado la palabra “transparencia”, pese a que es una palabra hueca para él. Así, ha recordado que ha obligado a sus consejeros a comparecer para dar cuenta de sus bienes pero él no lo ha hecho aunque es el primero que debería dar ejemplo “y es que consejos vendo pero para mí no tengo”.
Esa falta de transparencia se ha puesto de manifiesto, también, según Merino, cuando se ha negado a hacer el tradicional traspaso de poderes para que los ciudadanos conozcan con exactitud la situación económica y financiera que Cospedal deja en Castilla-La mancha “y no lo ha hecho porque no le interesa”.
En cuanto a las primeras medidas adoptadas por el bipartito PSOE-Podemos, Lola Merino ha recordado que ambas formaciones se comprometía a trabajar por los que peor lo están pasando en la región “pero parece que son sus amiguetes de izquierda porque lo que han hecho en lo que llevan de Gobierno es colocar a los suyos en altos cargos y con buenos sueldos”. Se ha olvidado Page de sus promesas de reducir a la mitad el número de cargos de Gobierno, ya que los ha aumentado un 20%; y también se ha encargado de que aumente el número de diputados, de subirles el sueldo y, cómo no, de mantener el sueldo y los privilegios del ex presidente Bono.
Por todo ello, Lola Merino ha asegurado que en el tándem PSOE-Podemos “vemos a una izquierda autoritaria, pragmática, sin valores y cuyo único objetivo es el poder porque los problemas de los ciudadanos de Castilla-La Mancha, una vez ocupados los sillones, parece que ya no existen”.