La II edición del Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava (Ciudad Real) rendirá homenaje al inventor del pegamento Imedio, Gregorio Imedio, en el centenario de su nacimiento, durante la gala de clausura de este certamen, que tendrá lugar el próximo sábado, 25 de julio.
Los organizadores del festival han informado en nota de prensa de que a la gala de clausura del II Festival de Cine asistirán familiares de Imedio, entre ellos la hija del inventor, Ana, quien será la encargada de recoger una placa conmemorativa en memoria de un hombre «inteligente, inquieto y trabajador, que contribuyó al crecimiento y desarrollo de su localidad natal».
Según la organización, son pocas las personas que conocen «la singular y original relación existente» entre el séptimo arte y el descubrimiento del pegamento Imedio, invención que hay que buscar en el «ingenio y el espíritu emprendedor» del calzadeño Gregorio Imedio, nacido el 13 de febrero de 1915.
El empresario no tuvo acceso a libros de química, pero destacó por su afición a la mezcla de sustancias químicas y, sobre todo, a la proyección de películas en el cine de verano —Cine Mudo Imedio— gestionado por su padre, quien también era dueño de una droguería.
Desde pequeño, Gregorio ayudaba a su progenitor en la preparación de varios productos de uso doméstico que se vendían en la droguería. Esta tarea la compatibilizaba con la proyección de películas en el cine de verano y en el casino del municipio, filmes que anunciaba a través de grandes carteles creados y dibujados por él mismo.
Durante las proyecciones, las películas se rompían varias veces, fue entonces cuando el joven Gregorio observó que al repasar y empalmar las cintas con acetona se generaba una especie de gelatina viscosa que le pegaba los dedos, pero gracias a su «inteligencia y capacidad de observación», dedujo que deshaciendo el celuloide con el disolvente se podía obtener un pegamento, por lo que rápidamente comenzó a experimentar con distintos productos y sustancias de la tienda de su padre hasta obtener la fórmula correcta.
Imedio logró un «producto novedoso» en aquella época, de esta forma, con el paso de los años, supo hacer «de su pasión una verdadera vocación», que le llevó, en 1935, a patentar el pegamento que lleva su nombre. Imedio inició una nueva y decisiva etapa gracias a una máquina envasadora diseñada por él mismo y a la compra de varias herramientas que facilitaron y agilizaron la fabricación del pegamento, y de esta forma, inauguró en 1972 una nueva factoría, situada a las afueras de Calzada de Calatrava. Las diversas variedades de adhesivos Imedio llegaron a copar el 70 por ciento del mercado nacional con un envasado diario de 200.000 tubos. En 1988, cuando Gregorio Imedio tenía 73 años, la empresa fue vendida a una firma multinacional holandesa.
