La Guardia Civil de Cuenca ha detenido a trece personas de entre 21 y 50 años de edad a las que se les imputa un delito de tráfico de drogas en la localidad de Minglanilla y su comarca. A tres de ellas también se les ha imputado un delito de pertenencia a organización criminal y a dos un robo con violencia e intimidación cometido el pasado mes de mayo en un domicilio de la localidad de Casasimarro, donde, según ha explicado el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Ángel Mariscal, los autores golpearon y amenazaron a su propietario causándole heridas leves y sustrayendo joyas y dinero, robo que dio inicio a la investigación.
En rueda de prensa, Mariscal ha confirmado que la banda desarticulada, integrada por once hombres y dos mujeres y con antecedentes policiales, era una «organización criminal perfectamente estructurada» y ha recordado que fue el equipo de policía judicial de la Guardia Civil de Motilla del Palancar, con apoyo del cuartel de la Guardia Civil de Minglanilla, el que se hizo cargo de una investigación que se ha prolongado durante seis meses y que ha permitido averiguar que los autores del robo formaban parte de un grupo más amplio y organizado de delincuentes dedicados, además, al tráfico de drogas, venta de cocaína y marihuana a pequeña escala.
Los agentes se han incautado de 1.225 gramos de marihuana, 15 gramos de cocaína, 97 gramos de sustancia de corte, 4 básculas de precisión, útiles para la distribución de droga al menudeo, fertilizantes para el cultivo y crecimiento de marihuana, 4 máscaras, 1 revólver de fogueo, 1 pistola de fogueo, 1 carabina de aire comprimido, 1 funda interior de pistola y 28 relojes de distintas marcas.
Todo ello en el marco de una intervención que se ha llevado a cabo en dos fases, la primera iniciada a finales del mes de noviembre y la segunda durante el mes de diciembre y en el transcurso de la cual se han efectuado tres registros domiciliarios en Minglanilla con la ayuda de tres unidades caninas cuya actuación ha permitido hallar diversas cantidades de droga, máscaras y dos armas de fogueo, además de joyas.
Por su parte, el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, Fernando Montes, ha precisado que la banda desmantelada era «bastante activa» en la distribución de droga «pero en pequeñas cantidades» y ha destacado las complicaciones a la hora de ejecutar este tipo de operaciones que «se desarrollan en localidades relativamente pequeñas, en entornos muy cerrados o muy reducidos, donde todos se conocen» y que se llevan a cabo «con poco personal, en un entorno donde es muy fácil detectar a los agentes».
A este respecto Montes ha valorado el «trabajo paciente» de dichos efectivos, que demuestra, a su entender, «que con mucho trabajo y tesón, al final, los huecos de impunidad cada vez son menores», resaltando que «no es el resultado de lo incautado lo que marca la dificultad de una operación».
Las diligencias instruidas, junto a los detenidos y efectos incautados, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Motilla del Palancar y Montes ha recalcado, asimismo, que, «entre los efectos incautados es posible que se esclarezca algún otro hecho delictivo», por lo que la operación continúa abierta.
