El secretario general de Podemos, José García Molina, ha declarado que los primeros cien días del Gobierno de Castilla-La Mancha han estado llenos de “luces y sombras”. Según el también diputado, “este Gobierno está repleto de declaraciones de buenas intenciones de las que es casi imposible no estar de acuerdo”. Para Molina los problemas llegan al concretar los “buenos propósitos”, cuando el Gobierno “se atasca en las formas, los plazos y los procedimientos”. Podemos ha puesto como ejemplo de este desfase entre intenciones y hechos el caso de los comedores escolares, los retrasos en los Procedimientos de Emergencia Ciudadana o la transparencia, “donde no hace falta una ley para ir dando pasos”.
García Molina también ha remarcado la importancia de Podemos como partido de oposición constructiva y responsable en estos cien primeros días. Según el diputado, la presencia de su partido ha sido clave en los “todavía insuficientes pasos” que el Gobierno ha dado ya que estas propuestas “son esencialmente las medidas que Podemos puso sobre la mesa en el acuerdo de investidura”. “Creemos que este Gobierno se ha ido más o menos poniendo manos a la obra pero cuando llega el momento de concretar las cosas más allá de la comunicación a los medios llegan los atascos”, ha asegurado Molina. El secretario general de Podemos ha dudado si estos retrasos se deben “a falta de previsión, a falta de competencia o falta de voluntad política”.
Otro de los aspectos comentados por Molina ha sido el Plan de Empleo, que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha calificado como su medida estrella. El secretario general de Podemos considera que una medida coyuntural y de choque como es el Plan de Empleo no puede ser calificada como la más importante de una legislatura. Además, Molina ha trasladado las opiniones que varios alcaldes están haciendo llegar varios alcaldes de la región y que critican por un lado la similitud con planes anteriores y, por otro, las dificultades para acogerse al mismo. En el primer caso Molina ha asegurado que con el Plan se ha hecho “un ejercicio de nominalismo” en el que se han cambiado los nombres pero no las prácticas y procedimientos. En lo que respecta a las dificultades, Molina ha destacado la condición que contempla el Plan de que las cuentas de los ayuntamientos estén saneadas, lo que dificulta que las personas que peor lo están pasando accedan a sus beneficios.
“Hay que dar más pasos más firmes y avanzados en la concreción, la calendarización y en cómo se llevan a cabo las medidas en lugar de tanta política en los medios”, ha concluido Molina.