El Rey Felipe VII será el encargado de clausurar este encuentro que tendrá como principales ejes de debate la innovación, la internacionalización y la integración.
Habrá dinámicas mesas redondas y conferencias de gran interés para el sector, como “Innovación”, a cargo de Cristina Garmendia, presidenta de Genetrix y exministra de Ciencia e Innovación; “¿Recuperación duradera o temporal?: perspectivas, retos y oportunidades”, abordada por Antón Costas, catedrático de Economía de la UB y presidente del Círculo de Economía de España; o la conferencia del comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, presentado por el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Ángel Villafranca, y la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.
851 millones de personas padecen hambre crónica
Dentro de las mesas redondas, merece especial atención la que se celebrará el día 27 por la mañana, “La Alimentación, el Gran Reto de la Humanidad”, moderada por Eduardo Baamonde, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, y que contará con la participación de Paolo Castro, eurodiputado y profesor de Economía y Política Agraria de la Universidad de Bolonia; Mark Titterington, director de Asuntos corporativos para Europa, África y Oriente Medio (SYNGENTA); Hans Jöhr, director corporativo de Agricultura (Nestlé); y Xavier Beulin, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos Agrícolas de Francia. FNSEA.
Todos ellos abordarán el reto de alimentar a la Humanidad en las próximas décadas. De hecho la FAO prevé que la población mundial alcance los 9.000 millones de personas para el año 2050 principalmente en las zonas rurales y para afrontar este reto será necesario aumentar la productividad en un 70%, lo cual debe ir unido a un reto medioambiental, ya que este aumento de productividad traerá consigo una sobreexplotación de los recursos (agua y tierra) que ya de por sí son limitados y, por ello, hay que utilizarlos de manera sostenible.
Por otro lado la globalización plantea muchas oportunidades pero también dificultades y pone de manifiesto los desequilibrios económicos, políticos y estratégicos que hay en el mundo. Por eso se plantea también el reto de arbitrar reglas comunes en lo medioambiental, en el comercio y cómo erradicar el hambre en los países menos desarrollados. Los datos hablan por sí solos: 851 millones de personas padecen hambre crónica y, paradójicamente y mostrando la gran desigualdad existente, 509 millones de personas en el mundo sufren obesidad.