Frente a los agoreros, a quienes se pasan el día tratando de desprestigiar la Sanidad de Castilla-La Mancha por intereses partidistas, está la realidad de los pacientes. Quienes acuden a su centro de salud saben que los profesionales sanitarios les atienden con eficacia y con los mejores medios posibles.
El notable alto con el que la mayoría de los pacientes califica tanto la atención profesional como los recursos o las instalaciones del SESCAM reflejan una realidad. Es algo que debemos agradecer a nuestros profesionales sanitarios y a quienes gestionan desde el ámbito administrativo o de gerencia los hospitales y centros de salud.
Ese reconocimiento público de nuestra Sanidad no nos puede dejar inactivos. Es preciso mejorar determinados servicios y es preciso aplicar la última tecnología en los distintos tratamientos. La implantación de la receta electrónica en toda la región y la cita previa por Internet y por teléfono móvil son elementos que han facilitado el acceso al sistema sanitario. Pero no nos vamos a quedar ahí.
Entre las innovaciones más relevantes está la libre elección de médico y hospital que esta semana se ha aprobado en una Comisión de las Cortes de Castilla-La Mancha, pese al sorprendente voto en contra del Partido Socialista.
Cuando la oposición presentó a las Cortes de Castilla-La Mancha una iniciativa legislativa sobre las listas de espera, respaldé que se tramitara, con el firme apoyo de la presidenta Cospedal. No importaba que la propuesta viniera de la oposición si iba a ser útil para los ciudadanos. Pero decidimos proponer al PP que incorporase también la libre elección de médico y hospital. Un ejercicio de libertad que no parece agradar a los representantes socialistas. No entiendo la razón.
La libre elección de médico y centro hospitalario es un paso adelante en la construcción de un sistema sanitario moderno, sostenible y humanizado. Tratar de impedirlo es un error tan partidista, como negativo para todos los ciudadanos. Es a ellos a quienes tendrán que dar explicaciones.