Querida mujer: Me alegraría que a la llegada de esta, te encuentres bien, yo quedo bien gracias a Dios.
Como sabrás hoy es tu día y es el motivo de mandarte estas cuatro letras, para felicitarte y reconocer todo lo que por nuestra familia haces. eres el pilar que soporta toda la estructura del hogar, la persona que de forma estoica soportas a todos, la generadora de ánimo, cariño y coprensión, la expendedora de ilusiones, el paño de lágrimas donde se secan los que te rodean, la que sustenta la atención a los abuelos, el fiel de la balanza de lo que está bien y está mal en tu familia, la que tiene un horario laboral indefinido e interminable, el bálsamo de las apetencias maritales tanto en el terreno sexual, como en el laboral, el muro de contención de todo aquello que amenaza a la familia y que de forma férrea defiendes contra viento y marea, educadora, licenciada en economía familiar, transporte escolar, cocinera, limpiadora, la que decide el vestuario de toda la familia, la que…… más… y más… y más.
Estas actuaciones, que de forma tan desinteresada y en base a ese gran corazón que rebosa amor por todos los lados, son dignas de aplauso y reconocimiento, pero tú como es normal en ti, no exiges nada, sigues con tu labor callada y efectiva que como madre y esposa desarrollas de forma continuada.
Sin más cosas que decirte se despide este tu admirador, que lo es
Julio Pérez Cuartero
