El concejal de Promoción Económica, ha visitado recientemente Mostos Españoles para conocer de primera mano los resultados de la última campaña. Manuel Rodrigo ha felicitado a sus responsables al haber asumido y gestionado con notable éxito gran parte de la sobreproducción de la pasada campaña, que como se sabe ha supuesto un problema en numerosas bodegas y cooperativas de la zona. Por ello ha reconocido la importancia que tiene el concentrado de mostos que tanto ha tenido que ver este año en solucionar los problemas de esta campaña debido al exceso producción.
Mostos Españoles es una empresa familiar, perteneciente al pujante sector vitivinícola de Tomelloso, que ha sabido adaptarse a lo largo de su casi medio siglo de vida a las necesidades de sus clientes.
Juan Ignacio Martínez, presidente de la compañía, nos cuenta que Mostos Españoles fue fundada por su padre, Pablo Martínez, en 1968, trayendo el primer concentrador de mosto a La Mancha. Una decisión arriesgada, ya que lo difícil entonces —y aún sigue siéndolo— era comprar el producto. Aquel primer mosto concentrado iba para la exportación y para la fabricación de mistela, una bebida muy consumida en aquellos años.
El mosto concentrado pasó a usarse posteriormente como edulcorante en zumos, a partir de 1982, algo que supuso un importante empuje para la firma. Las frutas, nos cuenta Juan Ignacio, son muy sabrosas pero resultan astringentes, con lo que necesitan algo que neutralice esa astringencia pero que no aporte sabor. La variedad airén es muy neutra, pudiéndose usar en cualquier zumo, un potencial para Castilla-La Mancha, asegura Martínez.
El mosto concentrado también se exporta a terceros países, de fuera de la Unión Europea, como medida de ahorro de transporte, ya que de cada litro de concentrado se pueden hacer cuatro litros de vino. La cualidad del mosto concentrado es que las levaduras no se eliminan, salvo cuando se pasteuriza. Con este proceso, el mismo vino que hay en Tomelloso puede estar en cualquier parte del mundo.
Mostos Españoles fabrica tres referencias, concentrado blanco, tinto y rectificado. En este último se desnaturaliza toda la materia prima, se quitán todos los elementos y se deja sólo el azúcar para destinarse a la chaptalización del vino.
Mostos Españoles vende el 60 por ciento de su producción en España y el otro 40 en Europa y terceros países. Están en Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Polonia, Rusia y algo a Japón. Sus principales clientes son García Carrión, Júver, Hero, Pepsi y otras muchas empresas, además de interproveedores de grandes superficies. Ellos trabajan, aclara Martínez, con empresas, no con el consumidor final y en toda España hay 8 industrias dedicadas a la misma actividad.
La empresa cuanta con 32 trabajadores en plantilla actualmente. Juan Ignacio Martínez señala que Mostos Españoles da mucha importancia a la Responsabilidad Social Corporativa. Tienen establecido un Sistema Integrado de Gestión de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud en el Trabajo y Seguridad Alimentaria que le ha hecho acreedores de las certificaciones ISO 9001, Sistema APPCC, ISO 22000, ISO 14000 e ISO 18001.
Otra de las señas de identidad de Mostos Españoles son las condiciones laborales y el ambiente de trabajo de la empresa que hace que quien entra a trabajar en ella está hasta la jubilación. Juan Ignacio Martínez relata que uno de los principios de la firma, transmitido por el fundador de la misma, debido a su cristianismo, ha sido el del justiprecio por el trabajo. En Mostos Españoles tratan que los empleados se sientan contentos.
Mostos Españoles compra en cada campaña un millón y medio de hectólitros de mosto, principalmente en Tomelloso, pero dada la producción deben adquirir también en otros puntos de la región. La capacidad de producción es la mayor de España, tiene dos concentradores con una capacidad de producción de 25.000 litros a la hora uno y otro de 50.000, siendo este último el mayor concentrador de mosto de uva de Europa. Mostos Españoles comercializa entre 30 y 35 millones de kilos de producto al año.