El VIII Concierto Benéfico de la Orquesta Sinfónica Verum —un clásico del panorama cultural navideño de nuestra ciudad— hizo las delicias del público que acudió al Teatro Municipal de Tomelloso, como demostró la gran ovación con la que el respetable premió a la formación musical. La orquesta venía de colgar el cartel de “no hay billetes” en el amplio recinto del auditorio del Palacio de Congresos El Greco de Toledo, con más de un millar de personas completamente entregadas.
La Orquesta Sinfónica Verum es un lujo para la ciudad de Tomelloso, posible gracias al patrocinio de Bodegas y Viñedos Verum. Por eso no entendemos como —a pesar del más que aceptable aforo— no se llenó hasta la bandera el Municipal de Tomelloso. Y además dado el sentido benéfico de la gala musical.
Juan Antonio López Montero, director gerente de Bodegas y Viñedos Verum, explicó que este Concierto Benéfico es “el pequeño tributo a las organizaciones y voluntarios que durante todo el año pelean por nobles causas”. López Montero señaló que las entidades beneficiadas con este VIII Concierto iban a ser Cáritas, la AECC —“que necesitan fondos económicos, medios materiales y personales para llevar a cabo sus nobles fines”—, además de la ciudad de Ofunato en Japón, la más afectada por el tsunami de 2011, “allí se vive en barracones”. La pequeña ayuda que les llegará de Tomelloso será empleada en comprar algunos instrumentos para la escuela municipal de música de la ciudad japonesa.
Devolver a la sociedad lo que nos aporta
Juan Antonio López relataba que el proyecto de la Orquesta Sinfónica se inició con la idea de “devolver a la sociedad lo que ella nos aporta”. En ese sentido, aseguró que “queríamos crear una gran orquesta en Tomelloso y situarla entre las grandes de España, como nuestros vinos”. López Montero recordó que este 2014 trajo el debut en Madrid de la Orquesta, participando en 5 espectáculos, compartiendo escenario con María Bayo, con el English National Ballet de Tamara Rojo, con Julio Bocca y el Ballet Sodre o con el Coro de la Comunidad de Madrid durante las 20 representaciones de La Corte del Faraón.
En el 2015 la Orquesta Sinfónica Verum debutará en Bilbao con el tenor mejicano Javier Camarena, volverán a acompañar en Madrid al English National Ballet como su orquesta de referencia en España, más música de zarzuela en los Teatros del Canal, “y volveremos por supuesto a Tomelloso”, señaló Juan Antonio López Montero, quien anunció el debut de Miguel Romea al frente de la Orquesta Nacional de España en próximo 11 de enero.
El director gerente de Bodegas y Viñedos Verum dio paso al concierto agradeciendo el esfuerzo de Miguel Romea y los músicos de la orquesta, además de la colaboración del Ayuntamiento de Tomelloso, Banco Santander, Banco Sabadell y Globalcaja.
Sinfonismo de Schumann
La velada se abrió con Schumann, la Sinfonía nº 3 en mi bemol mayor, opus 97, la Renana. Una obra alegre, optimista y brillante, que fue uno de los mayores éxitos del compositor alemán, magistralmente resuelta por la Orquesta Sinfónica Verum. Se inicia como una fanfarria, metálica, enervante, densa, la frase que repite nos transporta a la grandeza del Rin. Tras el lirismo, algunas veces folklórico, de los tres movimientos intermedios, la obra acaba de forma poderosa y luminosa, devolviéndonos la grandeza del inicio.
El sinfonismo romántico de Schumann, interpretado con maestría por Verum, fue uno de esos lujos que solo se pueden saborear en contadas ocasiones. Romea y sus músicos nos envolvieron con virtuosismo en las melodías de Shumann e hicieron conmovernos por las notas que nos lanzaban, sin tregua, sin contemplaciones. Magistrales.
Esperanza Fernández y El Amor Brujo
La segunda parte tuvo como centro a la cantaora Esperanza Fernández y El amor brujo de Falla. La orquesta interpretó con absoluta maestría la partitura del granadino, suelta, nada cohibida ni encorsetada. La contraposición del folklore alemán con el español, el andaluz concretamente, resultó espectacular. El aire de la obra, tanto en el baile, como en el cante o en los recitativos, parecía que estaban hechos para las hechuras de la cantante, soberbia en la Canción del fuego fatuo.
La Orquesta Sinfónica Verum y Esperanza Fernández correspondieron a la gran ovación del público con tres bises, Los Campanilleros, La Carita Divina y, de nuevo, La Danza Ritual del Fuego.
En definitiva, una velada para recordar, en la que la Orquesta Verum, dirigida por Romea supo conjugar, de manera brillante, las melodías renanas con el misticismo gitano y andaluz.