Hasta el 6 de julio se puede contemplar en la Posada de los Portales la exposición en la que Ángel Morales, a través de la Asociación de Amigos del Museo del Carro, presenta la colección “Cine y Teatro en Tomelloso”.
Es una amalgama de recuerdos y material del cine y el teatro en Tomelloso desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Afiches, programas de mano (o propagandas, como aquí se les llamaba), artículos de prensa y cualquier otro material susceptible de ser expuesto. Hay desde una propaganda de La Diligencia, hasta la última película estrenada en los Cines La Dehesa.
La exposición, explicó la concejala de cultura, maría Dolores Coronado, nos transporta a una época en la que el cine y el teatro era el centro de la actividad cultural de nuestra ciudad. Coronado la ha calificado como muy interesante, invitando a los ciudadanos a visitarla. Ha agradecido a Ángel Morales “este gran homenaje al cine y teatro de Tomelloso”.
El artífice de la muestra, Ángel Morales (a) Canuto, ha explicado que en la exposición hay una representación del cine y el teatro en Tomelloso, desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Comienza con el Teatro Echegaray, inaugurado en 1899 y llega hasta los Cines La Dehesa, abiertos al público en 2005. Asegura Morales que está expuesto prácticamente todo el cine que se ha proyectado en Tomelloso.
En ese sentido, señala “Canuto” que los tomelloseros de su generación solo tenían el cine como divertimento, “no había discotecas, ni pubs, ni bares de copas, íbamos al cine de la noche. Si no gustaba la película, uno desde general decía una tontería, otro decía otro, nos reíamos… Había quien era expulsado de la sala por decir gamberradas, o por comer pipas, que entonces estaba prohibido. La películas malas eran una juerga”. Señala Morales que su deseo es que los visitantes aprecien la exposición porque “es la historia de Tomelloso”.
Ángel Morales, ávido coleccionista, llegó a este material que expone, por pura casualidad, al adquirir su suegro la casa del operador del antiguo Cine Principal y estaba llena de propaganda de mano. Aquello para él, nos contaba, fue encontrar un tesoro. A partir de ahí, con ayuda de mucha gente, ha completado la exposición. Confiesa su añoranza por los cines de aquellos años.
Considera que fue una lástima que se perdiesen el Cine Cervantes y el Teatro Principal, una joya en el centro de la ciudad.
El cine y el teatro, en aquellos años grises tenían algo de mágico. Ángel recuerda los teatros de su adolescencia y juventud, en los que vio a La Niña de la Puebla, Antoñita Moreno, la Paquera, Mari Fe de Triana. “Esos teatros venían siempre al remate de vendimia, cuando había dinero en Tomelloso”. Dada la afición que existía en Tomelloso a la copla y al cante, aquellos teatros de variedades se llenaban “costase lo que costase la entrada”.
Lo que más le ha sorprendido mientras ha preparado la muestra ha sido conocer la existencia del Teatro Echegaray, el Cine Azahara y el Cinema Azul. Tampoco sabía que el Teatro Principal se llamase antes Teatro Álvarez, después el Teatro del Pilar y al final, Principal.
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